Revista América Latina

#S19: Viajar para reconstruir

Por Marthaverdugo

19S
Era una mañana soleada, México se levantó mucho antes de salir el sol ... como lo hace siempre, a luchar, a trabajar... a vivir. Nadie imaginaba lo que ese 19 de septiembre nos deparaba....
 Justo en punto de las 11, millones escuchamos la alerta sísmica que nos indicaba, como lo hace desde hace 32 años, que tendríamos simulacro.
Simulacro que repetimos los capitalinos, año con año para recordar los acontecimientos de 1985; para estar ¿listos?. Terminado el simulacro, nuestra vida continuo.
13:14 No hubo aviso, no era el simulacro... la tierra se movió, brincó ferozmente. Las paredes de los edificios parecían de papel... la gente grita, algunos corrían, otros trataban de salir... Yo, abro la puerta de mi oficina y en el momento justo en el que la cruzaba, el librero se vino abajo, las artesanías de muchos lugares que he visitado salieron volando, las lámparas volaron ... parecía un ataque. No pude moverme, un compañero me miró aterrado "No salgas" me dijo, "Tengo que salir de aquí" alcance a contestar. Me tomó por la cintura y nos colocó en la marco de la puerta "Ya no hay tiempo", me dijo. En ese momento creí que moriría, escuchaba las paredes tronar, las cosas caer de otros pisos.  "Mis hijos" murmuré... No sé cuanto duro, solo que me pareció eterno. Cuando al fin la tierra se detuvo, me arranque los tacones y salí corriendo a las escaleras para bajar los dos pisos de mi oficina.
Nunca imaginé lo que vería... La gente corría de un lado a otro con el terror en el rostro, tomé Avenida Santa Ana (Confieso que a algo más que "exceso de velocidad")... un negocio se había desplomado y los escombros cayeron encima de los carros que pasaban al momento; el tráfico estaba colapsado, no había luz, no había semáforos. Mucha gente dejo sus carros donde pudo y salieron corriendo en busca de sus familiares. Esquivé carros y personas por igual, dos edificios muy dañados,  personas en el suelo con crisis nerviosas eran atendidas por civiles. En mi mente solo estaban mis hijos; en esos momentos agradecí esta maña mía de tener todo cerca: casa, escuela y trabajo.
19S
Un camino que hago en 15 minutos todos los días, aquel 19 de septiembre fue de eternos 40 minutos. Llegue a la escuela de mi hijo, pensado en que Fer, mi hija mayor, vendría camino de la escuela en transporte público: ¿qué haría?... Entro a la escuela; Fer tomó la excelente decisión de no ir a la casa y esperarme en la escuela de su hermano. La abracé con fuerza, recorrí su cuerpo pensando en que no estuviera lastimada... "Estoy bien, mamá" Corrimos al patio, los niños lloraban con terror, mirando ansiosos a la puerta esperando ver a sus mamás; el director gritaba instrucciones a las maestras que, a pesar de su cara de confusión y miedo, mantenían a los niños a salvo.
Vi al cara de mi pequeño y corrí hacía él, traté de no llorar para infundirle confianza... estaba aterrado. Pregunté por sus cosas y director nos indica que nadie puede entrar a la escuela, que no habrá clases y que se mantendrán en contacto para avisar cualquier cosa.En ese momento no me importa, subo a mis hijos al carro y arrancó pensando en mi esposo... mi compañero de viaje que no me había llamado y que no tenía noticia alguna de él.
Enciendo el radio, el conductor anuncia edificios colapsos en varias zonas de la ciudad. Yo pienso no es aquí, seguro el Centro, la Roma. De pronto noto una extraña urgencia en la gente que va por la calle, jóvenes y adultos corren en la misma dirección con cascos, cubetas... Llego a la casa, por fin me siento segura y al abrir la puerta todo está en el piso: libreros, adornos, cuadros, lo que estaba sobre la estufa ahora estaba en el suelo. olía a gas, así que corró a cerrar las llaves de gas... me quedo mirando sin saber exactamente qué hacer. Suspiro y le pido a los niños que comiencen a levantar lo que este en sus cuartos, yo hago lo mismo en la sala y comienzo a revisar si no hay cuarteaduras o grietas.
Los altavoces piden manos; dos edificios colapsaron a unos metros y otros más están severamente dañados; hay gente atrapada... Llega mi esposo y decide ir a ayudar, tardó horas en volver, no había luz, solo silencio y olor a desaste en el ambiente. Cuando volvió, estaba desarmado, cansado "Hay heridos y muertos" Me mira con los ojos llenos de lagrimas y nos abraza con fuerza.

19S

Foto: Twitter

Aquella noche, con lámparas de emergencia, elegimos un libro y leímos juntos, mis hijos estaban asustados, el pequeño nos quería cambiarse de ropa, ni quitarse los zapatos por si volvía a temblar y teníamos que salir. Mi hija dejó junto a su cama sus pertenencias y también durmió vestida... Nosotros... no había cómo dormir. Esperábamos una replica. Nos mantuvimos despiertos hasta que en la madrugada volvió la luz.... y entonces, solo entonces, entendimos la magnitud de lo que había sucedido el 19 de septiembre.
Tardé muchos días en volver a mi, no entendía, no creía que esto estuviera pasándonos; sentía una inmensa tristeza en mi corazón, no podía concentrarme, no quería comer. Mis horas se centraban en apoyar en Redes Sociales a las necesidades de los diferentes lugares de rescate y nos turnábamos entre mi esposo y yo para salir a ayudar a los vecinos... Miraba la tristeza, la angustia de familias que se quedaron sin nada, de personas que esperaban encontrar a alguien y que al salir de la zona de rescate me preguntaban "¿Alguna noticia? y yo no podía decir nada...
Ese día, México cambió ... en unas horas, la vida de todos los mexicanos cambio. Hoy, tenemos una ciudad que necesita reconstruirse. Tenemos un país que necesita reconstruirse.
Después de ver todo lo que he podido ver, me doy cuenta que la gente buena es muchísima y que saldremos adelante juntos, unidos como lo hemos estado desde ese 19 de septiembre.
19S

Hoy tenemos una gran tarea: Levantar a México. Hoy, más que nunca, #ViajaMasPorMéxico.  La reconstrucción del país empieza hoy y requerirá de muchos recursos, las familias afectadas son muchas, las perdidas millonarias. Reactivar la economía, hoy trata de consumir lo Hecho en México, y escribo esto esperando que no se tomé como un gastado cliché, viajar por el país reactivará la economía de cada uno de los estados afectados: CDMX, Morelos, Puebla, Guerrero, Chiapas y Oaxaca son de los más afectados y nos necesitan. Y son destinos hermosos con muchas opciones para que disfrutes de un fin de semana.
Sacar escombros, prestar ayuda en un centro de acopio o damnificados es solo una manera de ayudar... Viajar es otra y la puedes compartir con tus amigos y familiares.
Los días siguientes al #19S me costaba trabajo pensar en viajar... inimaginable. Mi casa es segura, aquí estoy bien, dice Protección Civil.... Hoy te digo ¡¡¡Llego la hora de viajar!! Viajar para ayudar a México, viajar para sanar las heridas, viajar para calmar el alma, viajar para reencontrarnos, viajar para ser solidarios... viajar para reconstruir
¿Me acompañas?
#S19: Viajar para reconstruir
Te pido que compartas este post en tus redes sociales y, como siempre, te dejo
Besos Viajeros
#S19: Viajar para reconstruir


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