FINLANDIA: La retirada finlandesa de la Línea Mannerheim se completa en un tiempo récord, pese a todos los inconvenientes climáticos y al constante hostigamiento de la aviación soviética. Las catorce divisiones finlandesas que defienden el Istmo, ocupan sus nuevas posiciones en la Línea Intermedia, un débil conjunto de fortificaciones a medio terminar situado entre quince y treinta kilómetros de la Línea Mannerheim. Los finlandeses están agotados: algunas unidades han sufrido hasta un 80% de bajas, faltan hombres, ya no hay artillería y la munición debe ser racionada. El único refuerzo que reciben es la 23ª División, que ha llegado en un tiempo récord desde el Ladoga, pero que ha sufrido graves pérdidas a manos de la Fuerza Aérea Roja durante su traslado. Frente a estas quince divisiones finlandesas, el Ejército Rojo tiene a treinta y cinco. Además cuenta con cientos de carros, aviones y una enorme capacidad de fuego artillero. Los hombres de Timoshenko, que hoy consiguen ocupar los últimos reductos abandonados de la Línea Mannerheim, reciben órdenes de dejar de perseguir a los finlandeses. El astuto Timoshenko quiere reorganizar a sus tropas y darles un poco de descanso tras más de quince días de continuo y furioso combate. Pero esta pausa es meramente táctica: su objetivo es avanzar hacia el norte y asestar el golpe de gracia a los finlandeses. En otros frentes, los soviéticos mantienen su presión en el norte del Ladoga, y en Kuhmo, los finlandeses afirman haber destruidos dos batallones soviéticos que habían quedado aislados. En retaguardia, el comandante supremo finlandés, el Mariscal Mannerheim, dirige a su pueblo un encendido mensaje afirmando que Finlandia recibirá ayuda muy pronto desde el exterior. Pero ni él mismo lo cree: la guerra está perdida en opinión del anciano mariscal.
En azul oscuro, la Línea Mannerheim, en azul claro, la Línea Intermedia, y en gris, la Línea Final
BERLÍN: La formulación de Fall Gelb, el ataque contra Francia y los Países Bajos, sufre un inesperado cambio de rumbo. Erich von Manstein, antiguo jefe de estado mayor del Grupo de Ejércitos A y actualmente comandante del 38º Cuerpo de Ejército en Prusia Oriental, es invitado por Hitler a acudir a un almuerzo de trabajo en la Cancillería del Reich. En presencia del Führer, del general Jodl y de un joven general en esos momentos desconocido llamado Erwin Rommel, Von Manstein desarrolla su plan: un ataque en masa con las divisiones panzer a través del bosque de las Ardenas, una zona desprotegida y el último lugar en donde los aliados sospecharían que se produciría un ataque alemán a gran escala. Tras romper el frente, las divisiones panzer avanzarían no hacia París, sino hacia el norte, envolviendo al BEF británico y a los ejércitos franceses que avanzan hacia Bélgica. A Hitler no le termina de caer bien Von Manstein, ya que lo considera excesivamente engreído y antipático, pero escucha atentamente sus planteamientos. Al final de su exposición, Hitler ha quedado impresionado. Los planteamientos de Manstein están completamente de acuerdo con su idea de una acción sorpresiva y decisiva que acabe rápidamente por el poder bélico aliado antes de que la superioridad numérica anglo-francesa juegue un papel determinante. EL Führer da orden ese mismo día de que Fall Gelb sea replanteado siguiendo las directrices de Von Manstein. Más adelante, cuando von Manstein abandona la Cancillería, Hitler comentará a Rommel y ha Jodl que Manstein “ciertamente, es un hombre excepcionalmente inteligente, con grandes atributos operacionales, pero aun así, no confío en él”.
NORUEGA: El incidente protagonizado ayer por el Altmark y el HMS Cossack genera gran polémica. Mientras se aleja de Noruega con los prisioneros británicos liberados, el Cossack es repetidamente abordado pacíficamente por embarcaciones noruegas que le expresan su malestar por la violación de sus aguas territoriales. Aun así, los noruegos dejan marchar al destructor inglés. Mientras, en el fiordo de Jossingfjord, los marineros supervivientes del Altmark reciben autorización para atracar y bajar a tierra con el fin de enterrar a sus cuatro compañeros caídos ayer (foto de abajo). Y por supuesto, durante todo el día los teletipos y los telégrafos de las embajadas de media Europa arden. Inglaterra justifica su acción en la liberación de sus compatriotas prisioneros. Noruega pide explicaciones a los ingleses, condena la violación de su neutralidad y aclara que la posición de sus navíos estaba comprometida, y por eso no intervinieron. Alemania exige a los noruegos que sean capaces de defender su neutralidad y acusa a los británicos de piratería y de atacar a los neutrales. Aunque Hitler está hoy muy ocupado en su reunión con Von Manstein, ha tomado muy buena nota de lo acontecido ayer en Noruega…
LONDRES: Se inicia un nuevo plan de evacuación hacia el campo de 400.000 niños desde los centros urbanos susceptibles de recibir ataques aéreos enemigos.
MAR DEL NORTE: El vapor británico Pyrrhus (7.418 tn.) perteneciente al convoy OG-18, es hundido a manos del U-37. El también británico Baron Ailsa (3.656 tn.) acaba en el fondo de los mares a manos de una mina magnética. Son también destruidos los neutrales Kvernaas (danés, 1.819 tn.) a manos del U-10, y Wilja (finlandés, 3.396 tn.) por el U-48.
WASHINGTON: El subsecretario de estado Sumner Welles parte hacia Europa en la misión diplomática de mediación anunciada la semana pasada por el Presidente Roosevelt.