NORUEGA: En el sector de Namsos, mientras la 146ª Brigada Británica se repliega a la ciudad, tras su fracasado ataque de ayer contra Steinkjer, la Luftwaffe lanza el mayor ataque aéreo hasta el momento de la campaña contra la ciudad de Namsos. Docenas de bombarderos nazis atacan sin piedad la localidad, sin que los aliados puedan ofrecer resistencia al carecer de aviones y artillería antiaérea. Las zonas de la estación de ferrocarril, el cuartel general francés y, sobre todo, el puerto, son las más castigadas; los edificios de madera tan típicos de Noruega se convierten rápidamente en pasto de las llamas. La ayuda aliada tiene un coste muy alto para los habitantes de Namsos. En el puerto, el pequeño minador HMS Rutlandshire, único buque aliado en Namsos en esos momentos, es alcanzado por una bomba y sus tripulantes lo abandonan. Los aviones alemanes ametrallarán a los marineros ingleses mientras tratan de escapar nadando. La inmensa mayoría será rescata más tarde por destructor HMS Nubian.
Namsos tras la visita de la Luftwaffe
Más al sur, el general Otto Ruge, general en jefe noruego, decide desplegar a la única división medianamente operativa que le queda, la 2ª de Infantería, a lo largo de una improvsada línea defensiva entre Lillehammer y Rena. Su objetivo es proteger dos estratégicos valles en el centro-sur del país y ganar tiempo hasta que los aliados envíen refuerzos desde Andalsnes. Pero los alemanes también hacen sus propios planes. Tras haber asegurado el perímetro alrededor de Oslo y buena parte de la frontera sur con Suecia, las fuerzas de Falkenhorst se dividen al llegar a lago Mjösa. La 193ª División avanzará por el valle del Gudbrandsdal en dirección a Lillehammer; la 163ª por el valle del Osterdal, ocupando la localidad de Everum. El rey y el gobierno noruego, que habían establecido provisionalmente en esa localidad su cuartel general, huyen a Molde, en la costa noroccidental. En el mar, el torpedero noruego Stegg es hundido por el cañonero alemán Bremse tras una corta pero muy intensa batalla. La mayoría de la tripulación sobrevive y es rescatada por los alemanes.
DINAMARCA: El Ejército Danés es desmovilizado hoy por orden del rey. Todas las tropas danesas están ahora en sus cuarteles y la vida en Dinamarca prácticamente ha vuelto a la normalidad a excepción de los militares de la Wehrmacht que ocupan el país.
BERLÍN: Tal día como hoy de 1889 nacía en la localidad de Brannau del Inn el hombre que estaba destinado a cambiar los destinos de Alemania y el mundo entero. Adolf Hitler, el hijo de un funcionario de fronteras austriaco y ahora Führer del III Reich celebra su 51º cumpleaños. Y por supuesto, Hitler aprovecha para darse un baño de masas. Durante todo el día, delante del edificio de la Cancillería del Reich desfilan miembros del partido, de las SS y numerosos ciudadanos anónimos, deseando lo mejor a su líder en estos atribulados tiempos. Goebbels da un discurso titulado “Nuestro Führer” alabando al hombre “que trajo el milagro” a Alemania; le acompañan Goering y Hess. El general Von Brauchistsch, jefe del OKH, emite una orden del día alabando al comandante en jefe de la Wehrmacht. Mussolini y otros jefes de estado envían telegramas de felicitación. Todos los periódicos dedican hoy sus titulares a ensalzar la figura de Hitler. El culto a la personalidad, en toda su magnificencia.
MAR DEL NORTE: Pese a que su eficacia ha decaído enormemente gracias a las contramedidas inglesas, las minas magnéticas alemanas siguen cobrándose algunas piezas. Hoy, son hundidos los vapores Hawney (5.380 tn.) y Mersey (1.037 tn.), ambos de nacionalidad británica.