Revista Belleza

Sábado de cine

Por Negraflor @NegraFlor_Blog

Como ya me vais conociendo un poquito y acabamos de dar carpetazo al fin de semana, creo que, antes de que yo os diga nada, podéis suponer que no me he estado quieta estos días, ¿verdad? Y así ha sido.

El sábado quedamos con nuestros amigos G. y R. para comer en el restaurante Muerde la Pasta, del Centro Comercial Splau; se trata de un buffet libre con especialidades en pasta, sobre todo. Y, a nosotros, que nos encanta la pasta, la pizza, las focaccias, y comer en general, nos gusta mucho ir a ese restaurante. Además, el local tiene otro aliciente, que es una zona de juegos bastante grande para niños, y eso, cuando vas con una niña de 8, una de 4 y dos de dos años… pues está la mar de bien, qué quieres que te diga.

Por lo tanto, cuando en casa se habla de ir a comer al Muerde la pasta, todos nos volvemos locos: los papás, porque vamos a comer hasta rebentar; y las niñas, porque van a poder jugar en el PastaPark.

Peeeeeeero! Ains, esta vez nos quedamos con las ganas. La idea era llegar al restaurante sobre las doce, para que las nenas jugasen un ratito antes de comer; y cuál fue nuestra sorpresa cuando, al entrar en el restaurante, nos dicen que el PastaPark está cerrado por reparaciones. Nuestro gozo en un pozo.

Entonces, decidimos buscar otro restaurante en el centro comercial que también tuviese chikipark para que las nenas pudiesen jugar mientras nosotros comíamos, y nos metimos en un bar restaurante, en el que preparaban frankfurts, sándwiches y hamburguesas. Craso error.

Cambiar de restaurante fue una decisión pésima por mucho motivos, entre los cuales puedo citar:

  • No comimos ni la mitad de bien que podíamos haber comido en Muerde la Pasta.
  • La comida era bastante grasienta.
  • El servicio no era de lo mejor.
  • No había WC dentro del local, así que tenías que salir fuera, a los lavabos del Centro Comercial; y eso, con una niña de 4 años, y una de dos que está empezando a controlar esfínteres, es un problemón importante.
  • Nos quedamos sin poder hartarnos de focaccia, ¡que nos encanta!

Independientemente, mi amiga G. y yo pudimos charlar todo lo tranquilamente que permiten cuatro niñas pequeñas; aún así, hubo de todo: confesiones, risas, consejos, trucos… ¡es que somos más apañadas! El comadreo es lo que tiene.

Sábado de cine

De comadreo

 

Después de salir del bar restaurante, decidimos tomar los postres en una heladería. Me tomé un cubano… eeeem…. ¡que nadie malpiense! Un cubano es un vaso de horchata con una bola de chócleit dentro, ¿vale? Vale. La cuestión era hacer tiempo, porque habíamos decidido ir al cine, a ver una película infantil. Así que, por seguir haciendo tiempo, nos metimos en H&M, y acabamos comprando algunas cosillas.

 

Sábado de cine

De compritas en H&M

Mi hija mayor ya ha ido al cine unas cuantas veces; pero la pequeña, que tiene 29 meses, aún no había ido al cine, pero nos apetecía probar, para ver cómo reaccionaba. Porque es un rollo que, cada vez que la mayor quiere ver una película en el cine, nos tengamos que partir: uno va con ella, y el otro (generalmente yo), se queda en casa con la pequeña. Así que decidimos probar.

Después de pagar 8 eurazos por entrada (lo que me parece un atraco a mano armada), y 6,50 euros por las peques (dos niñas de 29 y 30 meses), entramos en el cine, y empezamos con el ritual de comprar las palomitas, las bebidas… y coger los alzadores para que las peques pudieran ver la película.

Sábado de cine

A punto de entrar al cine, cogiendo los alzadores

La película escogida fue Rio; la verdad es que fue una muy buena elección; a mí me pareció muy entretenida, y la música me pareció genial, porque me encanta la música brasileña, así que la disfruté. Al principio, durante los trailers, la peque se tapaba los oídos, lo que me hizo temer que tendríamos que salir de la sala, pero a medida que avanzaba el tiempo, se iba acostumbrando, y ya no volvió a taparse los oídos. Tuvo un momento de subir y bajar de la butaca, pero fue poca cosa. Como estaba cansada, la cogí en brazos para subirla a mi regazo, y se quedó dormida mientras la amamantaba; en verdad se perdió muy poco de la película. Así que puedo decir que superamos la prueba, ¡y con nota!

Os dejo el enlace al trailer de la peli, para que os animéis a ir a verla. Si hay peques en casa, les gustará, ¡seguro!


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