La vida da muchas vueltas. Y tú también con ellas, a no ser que te quedes parado, entonces no vuelve nada. Porque no hay posibilidad alguna de que si no te mueves algo vuelva.
Y si lo que necesitas es recuperar algo de energía el mejor plan es moverte y dejar que te contagie. Por eso hoy sin ningún plan nos subimos a un coche, mi hermana y yo, con la idea de pasar una tarde bonita. Terminamos comiendo un menú delicioso en el restaurante de “El molino de Tiedra” (muy recomendable) y visitando el castillo del pueblo.
Después nos acercamos hasta Urueña, la Villa del Libro. Y allí me di cuenta de que la vida da vueltas porque yo ya había estado allí, y cada vez fui una persona distinta. No que fuera con una persona distinta sino que cada vez que vuelvo no soy la misma. Y me gusta pensar que este cambio es la vida. Pura vida.
Hoy he disfrutado un montón haber vuelto con mi hermana, con su tranquilidad y su compañía. He regresado con una sonrisa y también con seis libros nuevos, pero es que en ciertos aspectos seguiré siendo siempre la misma:-)