Revista Comunicación

Sabemos dónde estás y que haces en todo momento

Publicado el 31 julio 2014 por Borja @borjagiron

Si hace unos años nos dicen que van a espiarnos 24 horas al día y que nosotros no vamos a aceptarlo sino que vamos a pedirlo y suplicar que nos espíen, nadie se lo creería.

Nos espían plan

Eso no es todo, además lo compartiríamos con el mundo y seríamos felices con ello.

Esa es la idea base del increíble plan de Marketing de varias empresas ubicada en Silicon Valley y cuyo resultado ha sido fascinante.

La estrategia

La estrategia era a largo plazo y muy bien planteada. Todo comenzaría con unos inofensivos GPS para el coche que nos ayudarían a encontrar una dirección y a conducir con indicaciones. Poco después esta funcionalidad se incluiría en los teléfonos móviles y más adelante se incluirían nuevas aplicaciones con las que se facilitaría nuestro día a día a las empresas y al resto del mundo (Restaurantes y lugares visitados, opiniones, ritmo de sueño, viajes, fotos de amigos, relaciones personales, páginas visitadas…).

Y durante todo este proceso estas super empresas tratarían esos datos con el llamado Big Data y los usarían para vender más espiándonos.

Cambiar nuestra mente

Parece un proceso maquiavélico de película, pero así es. Todo esto demuestra la facilidad que tienen los poderosos para cambiar la mente humana sin apenas dejarnos que nos demos cuenta. Ahora el compartir datos en Twitter, fotos en Facebook, nuestra ubicación en Foursquare, nuestro historial de ubicaciones en cada momento gracias a los Smarphones y su GPS… ya es algo normal.

Algún cambio en las políticas de privacidad y un par de multas por uso de datos fraudulento y todo arreglado.

Aún así, hay ventajas. La tecnología se usa para hacernos la vida más fácil y coches automáticos ya andan por las calles. El tráfico empieza a ser un problema evitable y perderse es algo difícil.

Eso sí, quédate sin batería en medio de un bosque y tendrás problemas (baterías auto-recargables para cuando). Y cómo no, los semáforos siguen estando verde o rojo cada cierto tiempo, sin que se adapten al tráfico, usando tecnología de hace 100 años.

¿Seguimos compartiendo?


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