Muchos papás no saben lo que significa el término poner límites a un niño. Es ponerle un cerco y decirle "hasta aquí puedes llegar". La norma debe darse antes, sabiendo que el niño entiende el mensaje, ofreciéndole alternativas. Todos aprendemos por repetición y, por ese motivo, deben ser recordadas especificando siempre las consecuencias que tendrá en caso de no cumplirse. Las normas de conducta se han de adaptar a la edad de el niño y han de ser pocas pero necesarias para una buena convivencia. Si se cede, después costará mucho más retomar nuevamente el respeto de esas normas.
A los niños con normas sencillas, comprensibles para su edad mental y repetidas les dan seguridad y protección al saber lo que tiene que hacer. Aprenden a cononocer cómo reaccionarán sus padres y a tener criterios claros sobre el respeto a los demás, el control de sus acciones y el cuidado de su entorno.