Saber mas que Lepe

La expresión saber mas que Lepe se aplica a la persona de ingenio vivo y despierto, pero también se aplica negativamente al que sabe más de la cuenta, al que se pasa de listo.

Hay algunas variantes de esta expresión que le dan un tono divertido al dicho:

«saber más que Lepe, Lepijo y su hijo», «saber más que Lepe y Lepillo», «saber más que Lepe, Lepico y su hijo» y «ser más listo que Lepe y sus cincuenta hijos».

El gentilicio “lepero/a” no tiene que ver con el adjetivo “lépero”, que se usa sobre todo en México y también en otros países próximos, como Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras o Nicaragua. Este adjetivo tiene el significado de ordinario, indecente, soez.

En Ecuador, un lépero es alguien sin recursos. Parece ser que la etimología de “lépero” tiene relación con la voz “lepra”, que se aplica en estos casos no a la enfermedad, sino a la idea de que era lo peor de los aztecas y de los españoles.

Leperada es un dicho o expresión grosera y poco decente. En Cuba “lépero” se dice a alguien que es astuto y perspicaz, ya que se cree que los cubanos lo relacionan con el refrán “saber más que Lepe”.

Juan de Lepe el pequeño rey de Inglaterra

Juan de Lepe fue un marino español que nació en un hogar humilde en Lepe, Huelva a mediados del siglo XV. Llegó a vivir en la corte del rey Enrique VII de Inglaterra, siendo confidente, amigo, comensal y bufón del rey. Fue “rey de Inglaterra”… por un día.

El rey, que fue padre del príncipe Arturo, que falleció se cree por la enfermedad del sudor inglés, de Enrique VIII y suegro de la reina Catalina de Aragón, le gustaba disfrutar de jugar a los naipes, pero únicamente apostaba monedas, puesto que era bastante tacaño.

Sin embargo, hubo cierta ocasión en la que subió la apuesta y la perdió, nombrando a su cortesano y amigo “rey de Inglaterra”, además de hacerle rico.

Juan ganó la partida y se hizo público en todo el país, siendo saludado como “el pequeño rey de Inglaterra”,”The little king of England”.

Cuando el rey pasó a mejor vida en 1509, volvió a Lepe siendo muy rico, lo que le permitió vivir holgadamente y mantener el convento franciscano de Nuestra Señora de la Bella en Lepe.

Fue enterrado en el convento con una inscripción en la lápida, hoy perdida, que está documentada en la crónica del padre Gonzaga, general de la orden franciscana, en 1583.

“En la Iglesia de este convento (Ntra. Sra. de la Bella) aún se ve el sepulcro de cierto Juan de Lepe, nacido de baja estirpe del dicho pueblo de Lepe, el cual como fuese favorito de Enrique VII rey de Inglaterra con él comiese muchas veces y aun jugase, sucedió que cierto día ganó al rey las rentas y la jurisdicción de todo el reino por un día natural, de donde fue llamado por lo ingleses el pequeño rey.

Finalmente, bien provisto de riquezas y con permiso del Rey volvió a su patria nativa y allí después de haber vivido algunos años rodeado de todos los bienes y elegido su sepultura en esta iglesia, murió.

Sus amigos y parientes grabaron esta historia en lugar de epitafio, la cual quise yo, aunque no parece a propósito de esta Historia, dejarla como un recuerdo de este lugar”.

Descripción de la lápida de Juan de Lepe hecha en la obra “Origine Seraphicae Religionis” (1583) del padre Francisco de Gonzaga.

El expolio que vivió la iglesia a principios del siglo XIX, debido a la desamortización de Mendizábal, hizo que no se conservara esta lápida.

Entre las riquezas que trajo con él estaba la corona del rey Enrique VII. Una corona de plata grabada a fuego con esmaltes que dono a la Virgen de La Bella. La Hermandad de la Virgen la conserva, siendo la mas antigua que posee. Se la colocan a la Virgen durante su Romería.

En Lepe se le dedicó una calle junto al Ayuntamiento y se le asigna el dicho “Saber más que Lepe’.

El historiador Pedro Voltes Bou, en su libro El reverso de la historia (Barcelona: Círculo de lectores, 1994, vol. 4), cree que el dicho se refiere a Juan de Lepe.

La explicación más probable y generalmente aceptada es que la relación a este dicho hace referencia al obispo de Calahorra y la Calzada Pedro de Lepe y Dorantes.

Don Pedro de Lepe y Dorantes

Nació en Sanlúcar de Barrameda el año 1641, y falleció en Arnedillo (Rioja), el 5 de septiembre de 1700. Lepe Consagrado obispo de Calahorra y La Calzada en 1687, fue hombre de gran cultura y de privilegiada inteligencia según expresa, entre otros, fray Luis Álvarez.

Su nombre figura en el Catálogo de Autoridades de la Lengua, publicado por la Real Academia Española en el año 1732.

Don Pedro de Lepe fue uno de los hombres más cultos de su tiempo, gracias a sus escritos, entre los que se encuentran un conocido catecismo católico muy difundido y utilizado en los tiempos posteriores y numerosas cartas pastorales recopiladas y publicadas en 1720 por Herrera y Graguero.

En las cartas explicaba su visión de la religión y cómo tanto religiosos como seculares habían de aproximarse a ella.

Su gran cultura, sirvió para que su nombre se convirtiera en sinónimo de conocimiento y sabiduría.

En algunas fuentes podemos encontrar que sus apellidos varían entre «Lope y Dorantes» o «Lepe Orantes», siendo el más común y más utilizado «de Lepe y Dorantes».