Ocurre a través del mecanismo de la identificación, es decir, se sustituye el objeto perdido o abandonado, identificándose con él, introyectándolo en su yo. Esto lo vemos por ejemplo cuando al niño se le muere el gatito, y entonces se niega a comer si no es en el plato del gatito, camina en cuatro patas... En la depresión hay una pérdida afectiva y real del objeto amado y lo introyecta entonces en su yo. Por ello los rasgos que se representan en la persona que lo padece son la autohumillación, la autocrítica y amargos reproches, porque realmente es contra el objeto que representa la venganza que de él toma el yo, por haberlo abandonado.
Revista Psicología
Sus últimos artículos
-
Acerca del día internacional de la eliminacion de la violencia contra la mujer. ¿victimas de nuestra posición psíquica frente al amor?
-
Acerca de nuestras reacciones frente a las catástrofes, tanto afectivas como de acción.
-
Acerca de las servidumbres del yo
-
Sobrevivir y seguir viviendo a una catástrofe... la capacidad de gestionar las pérdidas, los cambios, la red de apoyo, la ilusión de futuro y trabajar nuestra salud mental son claves. el poder de la resilencia