Un alérgeno es una sustancia que provoca una reacción alérgica en personas susceptibles, las cuales han estado previamente en contacto con ella. El sistema inmunológico considera que esta sustancia es un elemento extraño, por lo que hace todo lo posible por eliminarla.
Normalmente, el intruso suele ser una proteína distinta de las que los genes fabrican, la cual se denomina antígeno. El organismo la intentará eliminar por todos los medios. Para ello sintetiza anticuerpos, lo que origina múltiples reacciones de defensa.
La histamina es una de las primeras hormonas en ser liberadas. Esta hace que las mucosas segreguen una gran cantidad de mocos para impedir la entrada del antígeno en las células. Se trata de una reacción inflamatoria necesaria ante una amenaza real, y a pesar de que los antígenos no lo son, el organismo de las personas alérgicas los considera como tal, combatiéndolos de una manera tan desproporcionada que provoca bastantes molestias al individuo.
¿Cómo saber a qué soy alérgico?
Para conocer la procedencia del antígeno responsable de la alergia hay que tener en cuenta el momento en el cual esta se manifiesta. En el caso de que el malestar aparezca a comienzos de la primavera, lo más probable es que sea provocada por el polen de las flores, los arbustos y los árboles.
Si los problemas surgen en pleno verano, es muy posible que se trate de una alergia al polen de gramíneas, tales como el trigo, el heno o el maíz. Si la alergia llega en otoño, probablemente las plantas herbáceas sean las responsables, ya que normalmente esparcen su polen desde julio hasta octubre.
Saber el origen de la alergia es muy importante para conseguir evitar en la medida de lo posible el contacto con el alérgeno. El individuo puede acudir a un alergólogo para que le realice las pruebas distintas que existen para determinar cuáles son los antígenos que le provocan una reacción alérgica, estas pruebas pueden ser desde cutáneas hasta análisis de sangre para poder determinar firmemente cuales son.
¿Cómo evitar los síntomas de la alergia?
El tiempo cálido, seco y ventoso intensifica la alergia al polen o a cualquier otra sustancia transportada por el aire. Las altas temperaturas y el ambiente seco hacen que estas proteínas vuelen más alto, y el viento favorece su expansión. Las personas alérgicas deben limitar sus paseos por el exterior durante esos días, y también deben mantener las ventanas cerradas para evitar que entre alguna sustancia en su hogar que le provoque alergia.
Los mejores días para airear la casa son los de lluvia, ya que en ese momento la atmósfera está cargada de humedad, haciendo que el polen permanezca cerca del suelo. Llevar gafas de sol siempre sirve de ayuda porque evitan el contacto directo entre los ojos y los alérgenos que haya en el aire.
Las personas alérgicas no deben tender la ropa en el exterior, ya que los tejidos húmedos filtran el aire, lo cual hace que el polen se acumule entre sus fibras. En este sentido, si el individuo ha tendido las sábanas fuera, pasará una noche de estornudos, tos y congestión.