Y tú ¿sabes cuáles son los principales factores motivacionales que dirigen tu vida? Antes recurríamos a la tradicional pirámide de necesidades de Maslow para responder a esta cuestión. Pero en este mundo digital esa famosa pirámide hay que modificarla y actualizarla con los conocimientos actuales de la Psicología y la Neurociencia.
Bertrand Russell en su discurso de aceptación del premio Nobel decía: "si un hombre te ofrece democracia y otro te ofrece una bolsa de granos, ¿en qué etapa de inanición preferirás el grano a votar?". "Toda actividad humana está motivada por el deseo", aseguraba, y los deseos que son importantes políticamente se pueden dividir en un grupo primario y otro secundario.
En el grupo primario estarían las "necesidades vitales", alimentos, refugio y ropa, y cuando éstas escasean, "no existe límite a los esfuerzos que el hombre hará, o a la violencia que ejercerá, con la esperanza de procurárselos". Pero como el hombre es una criatura más compleja que los animales, con necesidades que nunca pueden ser completamente satisfechas, en su naturaleza conviven otros cuatro deseos: la codicia, la rivalidad, la vanidad y el amor al poder. Independientemente de la intensidad de los otros factores, el amor por el poder está por encima del resto.
Los 5 factores motivacionales
Partiendo de algunos de los descubrimientos de la neurociencia, Nayef Al-Rodhan ha establecido una lista con los cinco factores cruciales que impulsan la naturaleza humana. A estos 5 factores los denomina como las 5Ps de la neurociencia. Estos factores son:
La neurociencia ha comenzado a explicar esto en términos neuroquímicos. L os estudios en la neuroquímica del poder han revelado que el poder produce picos en los niveles de dopamina, el agente neuroquímico responsable de los circuitos de recompensa y de generar una sensación de placer. El poder es embriagador y produce un "subidón neuroquímico" comparable al de cualquier adicción fuerte. Y como sucede con cualquier comportamiento adictivo, cuanto más poder acumulamos, más buscamos incrementarlo o, al menos, mantenerlo
Aunque la búsqueda de placer es una característica intrínseca de la naturaleza humana, no debe prevalecer sobre el resto de actividades humanas y, desde luego, no hasta el punto de que haga falta alterar la neuroquímica cerebral para completar todas las tareas o soportar las circunstancias a las que esté sometido el individuo.
Se refiere a que buena parte del comportamiento humano está dirigido a obtener algún tipo de beneficio. Si lo que hacemos no aporta un beneficio, no se repite más. En el refrán castizo "por el interés te quiero Andrés" Las personas buscan soluciones a problemas, no comprar productos
Importante hoy día. A todas las personas les gusta recibir reconocimientos. Alimenta la vanidad, algo intrínseco al ser humano y habitualmente en contra de la humildad. El orgullo, la prepotencia es uno de los males de nuestra sociedad. Querer sobresalir siempre y estar en lo cierto. No dar el brazo a torcer ni reconocer un error. Las niñas ya no queremos ser princesas: queremos ser CEOs
Es decir, el deseo de supervivencia y de prolongar la vida. Algo relacionado con lo más primitivo. El deseo de persistir, dejar huella. La supervivencia por encima de todo. Esto a veces puede llevar a alocadas carreras de progreso involutivo o a llenar de plástico los océanos porque por encima de todo lo demás se pone la supervivencia del ser humano.
El cerebro está programado
Estos potentes factores motivacionales nacen del hecho fundamental de que el cerebro está programado para "sentirse bien", y hace todo lo necesario para obtener, mantener y, si es posible, aumentar, su gratificación neuroquímica.
Y según el propio Nayef Al-Rodhan, a medida que vayan surgiendo nuevas biotecnologías, potenciadores neuroquímicos y otros dispositivos capaces de mejorar uno, varios o todos estos poderosos factores motivacionales, el atractivo de estas tecnologías va a ser cada vez mayor, incluso cuando seamos conscientes de que puedan ser perjudiciales para nosotros a largo plazo.
Y los millennials
Hace unos meses la revista Entrepeneur publicó esta adaptación de la pirámide de Maslow a las características peculiares de la generación millennial.
Esta es la original pirámide propuesta por Maslow en 1943: