La atracción entre parejas es complejo, está determinado por el encanto feromonal. La ciencia descubre que dicho encanto tienen un máximo de esplendor de tres años que luego se reduce a gran escala. Motivo por el cual nace la infidelidad. Las feromonas a medida que se reducen, conducen a la naturaleza a buscar otras formas de perpetuación de la especie con otras personas, pues el único fin de procrear es mediante el sexo. Así las personas manifiesten que se hace el uso de las relaciones íntimas, para obtener placer, amor, hacer ejercicio, La finalidad de la naturaleza es el de concebir a un nuevo ser. Si en el lapso de los primeros años de cortejo, no se busca realmente lo que es el amor, la relación amorosa estará en peligro. El único modo de ganarle al encanto feromonal, son los buenos valores, y la costumbre de estar junto a un ser maravilloso, que a cada rato nos hace saltar, y reír a carcajadas. El poder de las feromonas en los animales es mucho más fuerte. En cada especie hay un cúmulo de energía seminal que se emplea en diferentes ciclos, cuando llega el momento de apareamiento. Mientras que los humanos, gastan casi a diario su potencia sexual, perdiendo atracción por la misma pareja, ¡Oh perdón! Por el encanto feromonal, y buscan otra opción de relación. Para que el encanto feromonal se mantenga potencialmente activo, se recomienda a las parejas no estar en la intimidad a diario, permitiendo que la naturaleza aflore el deseo del coito, y no se convierta en una sola costumbre, el acto del amor.
Se estima que el factor principal de separación de parejas entre el primer y seis meses de contrato nupcial, es la pérdida temprana del encanto feromonal, el cual no arroja resultados para los impulsos libidinosos. Como la naturaleza ya deja de responder a sus necesidades de acercamiento, se produce la atracción y todo termina en disputas y mal trato, por no comprender que todo el encanto se ha perdido. Pero siempre habrán chispas de gozo, eso si se mantiene siempre la pretensión de amor y de respeto proyectado a la construcción de un buen hogar.
El sexo aviva el amor y el amor aviva el sexo
El consentimiento y el esmero del uno por el otro, así como todo tipo de dificultades compartidas y solucionadas con gran esmero, y también todo tipo de expresiones que conmueven al corazón, hace que el amor se vaya incrementando, llevando a la unión de la pasión a dos seres que juraron amar para siempre.
La infidelidad al descubierto
Cuando uno de los dos es infiel o incluso los dos, es una fuerte alarma de que el encanto feromonal está disminuyendo entre la pareja o que por el contrario se está aumentado, y como no se tiene un control mental, se pretende generar vida a través del sexo con cualquier otra persona fuera del matrimonio. Nunca se puede dudar del poder de la naturaleza, pues mientras se quiere tener placer, ella siempre hace lo suyo: el intento por generar vida.
Si se mantiene siempre la pretensión de tener una buena relación para formar una excelente familia, no se pueden descuidar los buenos valores, que permiten que el encanto feromonal vuelva a generarse poco a poco, quizás no con la misma intensidad que en un principio, pero siempre llevando a la pareja a tener los mejores momentos de cariños, con el único fin de ser feliz con la princesa o príncipe escogido para siempre.