Nada me asusta en este despertar.
Me abandonaste en una madrugada.
Camino por la ciudad
donde los adoquines se tambalean.
No soporto la idea de marcharme,
no soporto tenerte tan lejos.
Sola hoy,
en esta memoria
donde los días agarran mis manos
con las raíces del tiempo,
naufrago en el silencio.