Si alguna vez te has preguntado por qué tu bebé te ofrece de su comida, un estudio reciente explica que es para identificar a las personas con las que tiene una relación estrecha.
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Harvard, los bebés y los niños pequeños practican esta conducta de ofrecer lo que comen para entender mejor el mundo social que les rodea. Compartir su comida o tomar bocados de la tuya, les permite identificar a las personas con las que están íntimamente relacionadas, en función de si intercambian saliva con ellos.
Los bebés suelen compartir saliva con las personas que cuidan de ellos, mediante besos, comida, chupetes, biberones, vasos, cucharas y hasta juguetes. Es frecuente que los peques quieran acercar a tu boca sus cosas, después de haberlas metido en la suya, para ellos es un signo de relaciones estrechas y personas a las que pueden recurrir en busca de consuelo
La investigadora Ashley Thomas de la Universidad de Harvard y sus equipo, dirigieron un estudio en bebés y niños pequeños de entre 8 a 19 meses de edad de diversos orígenes raciales, económicos y geográficos, y consiguió llegar a esta conclusión.
Los niños pequeños comparten comida, porque el intercambio de saliva al igual que los abrazos y el consuelo emocional, les permite identificar las relaciones cercanas, que implican fuertes vínculos y obligaciones de cuidado, como las que tienen entre miembros cercanos de la familia. Esto es importante para ellos, porque les permite identificar quiénes pueden ayudarles con sus necesidades y calmar su angustia.
"El patrón de quién comparte la saliva y quién no, puede ayudar a los bebés a distinguir a los que son parientes (por ejemplo, los padres, los hermanos, los abuelos) de los que no lo son (por ejemplo, los profesores de la guardería, las niñeras) entre sus muchos cuidadores", dice Ashley Thomas.Ser capaz de percibir el nivel de cercanía entre las personas de su entorno ayuda a los bebés y niños pequeños " dar sentido a las complejas estructuras sociales que les rodean", según comentó Christine Fawcett, de la Universidad de Uppsala (Suecia), sobre el estudio.
Hace unos años otro estudio de investigadores de la Universidad de Washingtonen Estados Unidos, concluían que los bebés ofrecían su comida como un acto altruista, incluso cuando existe la motivación de tomar la comida deseada para sí mismos.
Sin embargo, al tratarse de una investigación en bebés de 19 meses, también se piensa que pueda influir prácticas y valores de la crianza, en este comportamiento común de compartir sus alimentos.
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