Sabes Que Eres De Salamanca…

Sabes que eres de Salamanca cuando…

1. Uno siempre presume de tener la Plaza Mayor más bonita del mundo y la Universidad más antigua de España y si por casualidad alguien se atreve a cuestionar alguna de las dos cosas cierras la discusión con “y además Salamanca tiene dos catedrales”.

2. Te parece bien que te digan salmantino pero te defines con orgullo como charro.

3. El otro día me soñé con perronillas.

4. Tienes la manía de decir mi niña o mi niño como vocativo, da igual que estés en familia o en una tienda y no importa la edad del que tengas enfrente.

5. Después de salir de casa te preguntas: ¿He candado?

6. No necesitamos metro para calcular las distancias porque mides la distancia en paquí, pahí o pallí.

7. Cambiar cromos en la Alamedilla y ya que estás allí perseguir a los pavos reales.

8. Has salido a las 12, de la mañana, de vinos y has vuelto a las 8.

9. Te crees Julia Roberts en su película más icónica paseando por Rodeo Drive mientras recorres la calle Toro de escaparate en escaparate.

10. Sientes nostalgia de los cines Salamanca, el teatro Bretón o la biblioteca Germán Sánchez Ruipérez.

11. Quedas con la gente en el reloj de la Plaza o en el Toscano.

12. Sabes dónde está la rana y te late el corazón al pasar por delante de la fachada de la Universidad y ves a los turistas buscándola. De algunos, te apiadas y se lo dices.

13. Conoces la guinda de El Bolero e hiciste deporte de riesgo en las escaleras del Paniagua.

13. No hay nada mejor para combatir el frío como el chambergo.

14. Haces más colas para coger sitio en una biblioteca en exámenes que para entrar en discotecas.

15. Son muchos años y sigues sin tener claro cómo se pronuncia realmente el polideportivo ‘Bisburg’, aunque esto también les sucede a los que no son charros.

17. Tú estuviste en la nochevieja universitaria antes de que empezara a salir en todos los informativos.

18. La jeta, las bravas y la paloma como primero, segundo y postre podrían completar tu dieta.

19. Siempre que no existieran los chochos, la chanfaina, las perronillas, el jamón de Guijuelo y el hornazo.

20. Presumes de que en Salamanca se puede ir a todos los sitios andando pero coges el coche hasta para ir a por el pan. Eso sí, después llega el arrepentimiento cuanto hay que buscar sitio para aparcar.