Si nos atenemos al proceder habitual de los desarrolladores de la distribución, debería ser GNOME 3.10, pero no hay nada fijado todavía. Esa pregunta es el origen de una curiosa discusión iniciada en las listas de correo de Ubuntu.
Aunque lo cierto es que la pregunta exacta no es qué versión utilizar, sino si mantener Ubuntu 14.04 LTS con GNOME 3.8. Las razones que da Sebastien Bacher, el desarrollador que inicia el debate, son (traducidas libremente) las siguientes:
El escritorio de Ubuntu ya tiene todo lo que necesita de GNOME.
El interés está puesto ahora en el siguiente ciclo con Ubuntu Touch, la unificación del escritorio y demás, y no hay suficientes recursos para trabajar en el escritorio.
Al ser una versión LTS, lo que más importa es la estabilidad.
Problemas con GTK 3.10 por opciones que desaparecen.
La próxima versión de RHEL se basará en GNOME 3.8, por lo que también es una buena idea que lo haga la LTS de Ubuntu.
Bacher sabe que esta decisión no gustaría a muchos usuarios, especialmente a los de Ubuntu GNOME, pero es la mejor para Ubuntu. Y, al menos en una de las dos cosas, tiene razón: algunos de los que le contestan, lo consideran inadmisible.
Hay que entender que Ubuntu 13.04, lanzada el pasado abril, llegó con GNOME 3.6. Ubuntu 13.10 sí vendrá con GNOME 3.8, pero para cuando se lance Ubuntu 14.04, GNOME 3.12 llevará disponible dos meses… lo que para algunos usuarios se hace una distancia insalvable.
¿Qué ocurrirá? De momento se está debatiendo la idea y ninguna decisión ha sido tomada. En cualquier caso, hay más factores que importan aquí de los que no se sabe nada: ¿dará Ubuntu 14.04 el salto previsto a Mir? Entonces se hace evidente que el escritorio, Unity 8 (Qt), cambiará las tornas en el ecosistema de la distribución, que igualmente deberá continuar usando GNOME como sostén de las herramientas estrella del sistema.
¿Y mi pregunta seria qué pasará con Ubuntu GNOME?