Revista Cine
En ¿Sabes Quién Viene? (Carnage, Francia-Alemania-Polonia-España, 2011), su décimo-noveno largometraje, el polaco internacionalizado Roman Polanski vuelve a un espacio físico y dramático en el que ha hecho algunas de sus mejores películas: las cuatro paredes de un departamento (Repulsión/1965, El Inquilinio/1976) y las tensiones/secretos/mentiras en las que se construye un matrimonio (desde Cuchillo en el Agua/1962 hasta El Escritor Fantasma/2010 pasando por El Bebé de Rosemary/1968). Sobre una sátira teatral escrita por Yazmina Reza -adaptada por ella misma en colaboración con el propio cineasta- y montada en todos lados -en Nueva York con un reparto impresionante: James Gandolfini, Marcia Gay Harden, Jeff Daniels y Hope Davis en los papeles que aquí interpretan John C. Reilly, Jodie Foster, Christoph Waltz y Kate Winslet-, he aquí la crónica de una interminable batalla que tiene lugar en el departamento neoyorkino clasemediero de los Longstreet (Reilly y Foster), quienes reciben a los ricachones Cowan (Waltz y Winslet) para discutir, en términos decentes y civilizados, un problema menor: Zachary (Elvis -hijo de Roman- Polanski), el hijo de once años de los Cowan, le sorrajó un güamazo a Ethan (Eliot Berger), el hijo también de once años de los Longstreet, haciéndole perder un diente. Básicamente, se trata de un pleito de chamacos: gente tan sofisticada como los Cowan y los Longstreet saben que no hay que darle tanta importancia. ¿O sí? Por supuesto, si los bandos de la lucha estuvieran tan bien definidos -los Longstreet vs. los Cowan-, el asunto sería bastante monótono, con todo y que la cinta no llega ni a los 90 minutos de duración. Sin embargo, muy pronto quedará claro que las parejas tienen problemas en su interior -Nancy (Winslet) no soporta que Alan (Waltz) no deje de hablar por teléfono; Michael (Reilly) respeta de dientes para fuera los activismos de Penelope (Foster)- y, más tarde, veremos cómo se construyen y rompen alianzas sobre la marcha. Así, después de ciertos problemas estomacales más o menos resueltos y ya con unos cuantos tragos entre pecho y espalda, la decencia, la civilización, la educación y los buenos modales salen sobrando: Michael se quita la máscara y empieza a actuar como el bruto que es, Alan adereza su insoportable cinismo con con cierta lúcida resignación, la políticamente correcta de Penelope se deja ganar por la histeria y la siempre correcta Nancy explota en más de un sentido. ¿Sabes Quién Viene? no está, ni de lejos, entre lo mejor de Polanski, pero sí es una cátedra de cómo hacer buen cine con elementos tan limitados. La premisa es sencilla, previsible, elemental: sabemos, desde que las dos parejas empiezan a convivir, lo que pasará en el resto del filme. Nada de lo que vemos nos sorprende. Sin embargo, si uno permanece pegado frente a la pantalla es por la admiración hacia ese cuarteto de actores -¿quién luce más?: yo diría que Reilly, porque su personaje tiene más desarrollo- y por la limpieza y funcionalidad de la puesta en imágenes de Polanski -cinefotografía de Pawel Edelman, montaje de Hervé de Luze-, con sus cuatro actores en constante movimiento en el encuadre, los cortes precisos para mostrar las reacciones de uno(a) y de otro(a) y un plano general de inicio y desenlace que muestra qué tan fútil y absurdo suele ser el comportamiento humano. Pero si no fuera así, gente como Polanski no haría tan buen cine.