Propongo como nueva sección la de curiosidades. Una vez a la semana intentaré descubrir algún hecho que me u os ha llamado especial atención (dejadme comentarios sobre vuestras inquietudes y me enfundaré el disfraza de Sherlock).
La inauguración de la sección viene de la mano de la reina de la simplicidad en la moda, Coco Chanel.
Fue amiga de los duques de Windsor. Más bien de Wallis Simpson, a la que creaba sus vestidos para las elegantes cenas de París.
Eran los años 30, y Chanel pensaba como versionar el traje femenino para hacer a la mujer más flexible. Sus enemigos en el sector eran Elsa Schiaparelli y Salvador Dalí con un concepto contrario centrado en el surrealismo.
Famoso vestido langosta de Schiaparelli y Dalí, a la izquierda. Vestido que lució la duquesa de Windsor de Chanel, a la derecha
Pocos años más tarde, comenzó la II Guerra Mundial. Los cócteles, las fiestas y los vestidos de seda y organza quedaron relegados cuando los alemanes invadieron Francia.
Coco Chanel, durante este periodo, se había acostumbrado a la buena vida, y pasó la etapa de entreguerras en el Ritz de París con un oficial Nazi.
Cuando la guerra acabó, Coco fue arrestada por los franceses. Era sospechosa de haber colaborado con los Nazis.
Tomándoselo con humor, la diseñadora dijo que con su edad una mujer no miraba el pasaporte de un hombre si existía la oportunidad de enamorarse.
Esta leyenda parece ser cierta, ya que otros apuntes citan el hecho y, mencionan a Winston Churchill, amigo de Chanel, como principal mediador entre ella y el gobierno francés. Parece ser que éste les convenció dejaran escapar a su vieja amiga a Suiza antes de llevarla por las calles de París acusándola de ser una colaboradora.
Desde luego, sean más o menos ciertas estas sonadas leyendas, Coco Chanel supo labrarse una ascensión más que meritoria para esta niña de humildes comienzos.
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