El lóbulo frontal es el área suprema del ser humano. Es el último escalón del desarrollo
humano. Lo que nos separó de las demás especies del planeta no es el hecho de que nos
paremos en los dos pies, o que tengamos pulgares oponibles, o que nuestros ojos miren de
frente, ni que tengamos el cerebro más grande. Ya que los elefantes tienen un cerebro más
grande que el nuestro. Tampoco es que tengamos poco vello; lo que nos separa de las
demás especies es el tamaño del lóbulo frontal, comparado con el tamaño del resto del
cerebro. (El Cerebro del Corazon)
En los seres humanos en lóbulo frontal abarca casi un cuarenta por ciento del cerebro. En
nuestros ancestros más cercanos, los grandes simios y chimpancés, el lóbulo frontal abarca
entre un diecisiete y un quince por ciento; en los perros un siete por ciento y para los que
le gustan los gatos, el suyo es un tres y medio por ciento. Entonces lo que nos separa, y nos
hace grandiosos, es nuestro lóbulo frontal comparado con el resto del cerebro. (Métodos para Desarrollar el Hemisferio Derecho)
El lóbulo frontal es el ejecutivo, decide la acción, determina el comportamiento. Es la parte
del cerebro que usamos cuando planeamos, especulamos o cuando inventamos, cuando
contemplamos posibilidades.
Si tuviéramos que describir al lóbulo frontal con una sola palabra diríamos, intención o
propósito. Cuando la intención de la gente coincide con su comportamiento, o cuando su
comportamiento coincide con su intención, o cuando sus pensamientos se alinean con la
acción. Es cuando el lóbulo frontal está en su mejor momento.
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Tu Cerebro Inmortal – Joe Dispenza