Desde hace un tiempo los científicos han determinado que la inteligencia se hereda, pero hasta hace pocos años se pensaba que era tanto del padre como la madre.
Psychology Spot explica como varios estudios revelan que los niñ@s tienen más probabilidades de heredar la inteligencia de la madre, porque los genes de inteligencia se encuentran en el cromosoma X de nuestro código genético.
Se estima que entre un 40 a 60% de la inteligencia es hereditaria, lo que significa que el porcentaje restante depende del entorno, estimulación y características personales además del aporte genético.
Por esto, encontramos otros estudios que revelan la madre juega un papel importante en el desarrollo intelectual de los niñ@s, a través del contacto físico y emocional.
Un estudio del Hospital Infantil de Boston confirma la relación entre la lactancia materna y la inteligencia de los bebés, concluyendo que "La lactancia materna durante el primer año de vida del bebé puede aumentar su coeficiente intelectual alrededor de cuatro puntos cuando empiezan el colegio".
Investigadores de la Universidad de Minnesota, también han encontrado que los niños que han desarrollado un fuerte vínculo con sus madres desarrollan una capacidad de jugar a juegos simbólicos complejos a la edad de dos años, son más perseverante y muestran menos frustración durante la resolución de problemas.
Más allá de lo que se dijo por la genética, los padres no deben desanimarse, porque también tienen mucho que aportar al desarrollo de sus hijos, especialmente al estar emocionalmente presentes. El índice de inteligencia con la que nacemos es importante, pero no decisivo según explica Psychology Spot.
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