Revista Opinión

Sabina vs Tena o la venganza se sirve fría. ¡Qué tontá!

Publicado el 11 octubre 2013 por Miguelmerino

No voy a negarte que has marcado estilo,
que has patentado un modo de andar
sin despeinarte por el agudísimo filo
de la navaja de esta ”espídica” ciudad…
sabias hacer turismo al borde del abismo
pero creo que de un tiempo a esta parte
te has deslizado al lado marrón,
tu que eras un maestro en el difícil arte
de no mojarte bajo un chaparrón.
buscando en la basura un gramo de locura,
dime que es falso que ya nunca escribes
que has empeñado el reloj de Raquel,
que tu corazón no haya quien lo motive,
que has perdido siete kilos en un mes,
¿Cómo te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?
“no es asunto tuyo -me dirás- y punto”
pero reconoce que es crudo aceptar
que no hay ser humano que le eche una mano
a quien no se quiere dejar ayudar,
y búscate la vida, en dirección prohibida,
pero no impedirás que levante mi vaso
a tu mala salud y te invite a brindar,
muerta la amistad sabe igual que el fracaso
y a los dos nos gusta el verbo fracasar,
así que tu ni caso,
por no agobiarte paso
de hacerte la cuenta de las papelinas,
de que no te fíe ni rafa el del pub,
de que vendas chapas en ciertas esquinas,
de que te conozcan en cada hospital.
¿Cómo te has dejado
llevar a un callejón sin salida,
el mejor dotado
de los conductores suicidas?

Y tú, que lees esto, o eso espero al menos, te preguntarás: ¿Y cuál es la “tontá”? Pues una que seguramente ya conocerás, pero en la convocatoria de Yeste no dice que tenga que ser un descubrimiento inédito.

Resulta que en el libro: “Joaquín Sabina, perdón por la tristeza” de Javier Menéndez Flores, se dice que esta canción la escribió Sabina dedicada con toda la mala baba del mundo a su ex amigo Manolo Tena. ¿Motivo? Un más que probable ataque de cuernos. Lucía, la ex mujer de Sabina se fue a vivir durante un tiempo con Manolo Tena, aunque éste siempre alegó que no hubo nada más que una muy buena amistad.

Lo único que se puede afirmar, que yo sepa al menos, es lo que dice el propio Sabina en el mismo libro: “Es absolutamente real, dedicada a un amigo, excepto que está todo exagerado. Es decir, que ese amigo mío ni se va a morir mañana ni es chapero”. Y siguiendo con las aportaciones del libro, dice que una vez que, después de unos años, se reconciliaron, Sabina comentó con una buena carga de ironía: “Lo que más me jode es haber perdido a un digno enemigo”. Arte, clase y estilo puro sabiniano.

Lo cierto es que cada vez que escucho esta canción, y son muchas, no puedo dejar de imaginarme a Manolo Tena vendiendo chapas.

¡Qué tontá! ¿Verdad?

Y creedme que le da un  plus a la canción.


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