Sabio idiotaRicardo MontesinosInsólita EditorialRústica / Digital | 192 páginas | 15,95€ / 5,25€
¿Y si durante la revolución industrial del siglo XIX por algún casual también fuera en el momento histórico en que nació la computación y la informática? Con un profuso pensamiento matemático detrás, una pizca de steampunk y puro aire retrofuturista discurren las historias de Sabio idiota, una de las últimas apuestas de Insólita Editorial con el autor catalán Ricardo Montesinos. Un fixup en toda regla formado por una novela corta y tres relatos ambientados en el mismo universo que conforman una especie de línea temporal horizontal. Así, cada uno de los textos planteados nos va llevando unos años en el futuro y nos hace espectadores de los cambios durante una época de revolución y guerra.
Cada relato funciona como un cuadro o esquema sobre el que vemos desarrollarse la ciudad imaginaria de Oldeburg. Ese es el centro, el nexo de todo lo contado. Aunque algunos personajes aparecen en más de un relato y la importancia de los ordenadores y motores analíticos se repite, es sin ninguna duda la ciudad creada e imaginada por Montesinos la que funciona como nexo común entre todas las historias. Un escenario que se encuentra en pleno cambio, entre revueltas colectivistas y una amenaza de guerra imperial, que ha sumido a su población entre el miedo y el puro caos.
El mayor ejemplo de ello lo pone la novela corta Sabio idiota, que en contraposición con la gloria académica y científica en época de paz que da fe el relato La torre de papel, nos hace ver como el avance científico esta puramente enfocado en mejorar las tecnologías existentes (y adelantadas a su tiempo) para que la Compañía venza en esta lucha de poder contra el Imperio. La informática y la robótica cobran una importancia vital, jugando Montesinos una y otra vez con sus orígenes y problemáticas principales, como los bucles. Así, Querida Margarethe nos sume en la última batalla para ver como en Das Netzwerk (mi absoluto favorito), asistimos al resultado y nos expone el futuro de Oldeburg, donde muchas más historias podrían (y deben) suceder.
Cada una de ellas especula una y otra vez sobre esta premisa tecnológica que sobrevuela la ciudad de inspiración germánica. Y aunque el eje común es el planteamiento ucrónico de corte steampunk, cabe decir que cada relato es muy diferente entre sí, pese a compartir el estilo sencillo del que hace gala Montesinos. Desde un thriller más clásico hasta una critica directa al sistema capitalista o el control del estado, también pasamos por una historia escrita a través de correspondencia y un vistazo a los barrios más bajos y explotados de la ciudad. Entretenimiento y reflexión social que encajan muy bien en este ambiente ucrónico, donde solo desluce un poco la novela corta pero cuyo remate con Das Netzwerk es tan bueno y tiene tanta potencia simbólica, que nada más importa.
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