Revista En Femenino
Bueno primero la foto prometida, las vistas desde mi terraza. La terraza es lo mejor de la casa y el trastero! que es enorme, jajaja.
Por lo demás, los niños ya no preguntan por irnos, se han dado cuenta que van apareciendo sus cosas y que nos quedamos. Se lo pasan muy bien con mis primas que están todo el día con ellos, se saben sus nombres y cuando se van preguntan por ellas, mi Flaquito que no para de hablar me dice "mama, viene Tania" y le digo, que no que se ha ido a su casa a dormir, y el me repite que viene, jajaja, le ha gustado especialmente mi prima Tania.
Ahora tengo una sensación extraña, no se explicarlo, como que les echo de menos, me siento mal, como si los tuviera como abandonados, no se, como he estado desde que nacieron con ellos siempre, nunca los he dejado con nadie para ir a hacer recados o trabajar, o comprar, siempre conmigo. Pues ahora que de repente sólo los veo para comer y para cenar y acostarlos me siento fatal. Me da como la sensación que no se van a acordar que soy su madre, sobre todo si me toca reñirles porque se pelean o algo como que no quiero ser la mala encima que les veo poco. Uf que duro! No quiero ni imaginar como deben sentirse las madres que deben separarse de sus hijos así como estoy yo ahora pero cada día por el trabajo. Yo por lo menos sé que es temporal, la mudanza será una semana y ya está luego si que saldrán a jugar con mis primas pero será más de vez en cuando y será más un desahogo para mi que un desarraigo como me está resultando ahora. Además a ellos les veo super bien, me dan un abracito cuando llegan pero ya está, no les veo que me echen de menos ni nada. Que por un lado me alegro porque se que si ellos se lo pasan bien es menos traumático el cambio, pero por otro tengo esa sensación rara de dudas de si mis hijos me echan de menos o se dan cuenta que soy su mamá.