En muchos lugares del planeta se está luchando por expulsar a la izquierda del poder y se hace por tres razones principales: porque han fracasado como gobernantes, porque han robado a manos llenas y porque odian la libertad y son más tiranos que demócratas.
América es un ejemplo en la lucha contra las izquierdas. Argentina, con la victoria de Milei, y el Salvador, con el éxito de Bukele, son hoy la vanguardia en la lucha contra los zurdos.
En Europa, la izquierda retrocede en todo el continente. Ha sido derrotada en Italia y acaba de perder Portugal, mientras en España la lucha contra el sanchismo, que es un modelo de izquierda corrupta, fracasada y enemiga de la libertad, crece cada día más.
Las izquierdas no están siendo derrotadas sólo por el pueblo, ni por los jueces, ni por políticos decentes, sino también por la Historia, que demuestra que el socialismo fracasa siempre, como ha quedado demostrado en Rusia, sus países satélites, Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros infiernos de pobreza y esclavitud instalados en la Tierra.
Fidel Castro repetía que "El futuro pertenece por completo al socialismo", pero esa doctrina, a pesar de algunos triunfos, está en declive y cada día sufre con más fuerza el desprecio del pueblo, que contempla como el socialismo sólo beneficia a los políticos que gobiernan, que se atiborran de poder, privilegios y dinero.
El futuro es liberal y de la democracia, que se reconstruirá para recuperar sus valores originales, esos que los políticos, sobre todo los de izquierda, han prostituido y suplantado por mecanismos bastardos que les permiten abusar del poder y cometer todo tipo de atropellos, arbitrariedades y delitos con impunidad.
La democracia nació como un sistema ideado para limitar el poder de los gobiernos y someterlos a controles permanentes a través de mecanismos como la división de los poderes del Estado, la competencia entre partidos, la prensa libre y la soberanía de los pueblos en libertad, que deben ser los que deciden quien les gobierna. Sin embargo, todo ese edificio ha sido alterado y trucado por los políticos, que han reducido la democracia a unas votaciones cada cuatro o cinco años, que ni siquiera suelen ser limpias.
Los zurdos y los tiranos, de las falsas derechas contaminadas de cultura marxista serán arrojados al basurero de la Historia en un proceso que ya ha empezado, pero que tardará todavía en culminar.
Después de la borrachera de tanta izquierda intervencionista, adoradora del Estado y liberticida, llegará un liberalismo que disminuirá el Estado, bajará los impuestos y devolverá el protagonismo al ciudadano y a la sociedad. Es la ley del péndulo o, si eres marxista, la dialéctica. Después del mal llegará el bien. Después de los abusos marxistas entrará en escena una democracia limpia y libertadora.
Recuerdo que cuando era corresponsal el La Habana, entre 1975 y 1977, le dije a Marta Harnecker que existe la ley del péndulo y que después del diablo siempre llega Dios. Por poco me mata.
El intervencionismo Estatal ha sido la excusa para crear muchos males, entre ellos la oligarquía de gobernantes zurdos, dictatoriales, corruptos y mentirosos, el auge de la pobreza, el capitalismo de amigos con carné del partido,
Es repugnante ver lo que roban y como han robado, con la anuencia de los jueces, tan corruptos como ellos, encubridores y cómplices del desfalco del Estado y del acoso a la libertad y a los derechos humanos.
En España tenemos un ejemplo de rabiosa actualidad: la orden dada por el Juez Santiago Pedraz, de obediencia socialista, para el cierre de Telegram, la mensajería de internet que funciona como vehículo de libertad de expresión, información y opinión.
Francisco Rubiales