Sacrificios y sacrificados

La Vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría afirmó el pasado sábado 22 de junio que había llegado la hora del “sacrificio” de los políticos. Lo primero que viene a la mente es un gran “bienvenido sea”, pero la verdad es que quizás llegue un poco tarde. La ciudadanía lleva ya 3 años de ajustes, reformas, recortes y subidas de impuestos varias y este supuesto “sacrificio” de los políticos es cuando menos tardío. Es más, cabría preguntarse qué es lo que entiende la Vicepresidenta por “sacrificios”.

Porque, por poner algunos ejemplos, que el Congreso deje de gastarse 100 mil euros en reparaciones de los Ipads de sus señorías, o que cada diputado pague de su bolsillo los 19.285 euros de los que dispone anualmente para realizar los viajes que considere oportuno en razón de su cargo, o que dejen de cobrar los 1.714 euros por diputado para kilometraje o el gasto de 2.428 euros en taxis o coches alquilados anuales, o, si vamos un poco más lejos, que dejen de percibir dietas de 1800 €/mes aquellos diputados elegidos por otra circunscripción pero que tengan casa en Madrid, o los 800 mensuales aquellos que elegidos por Madrid viviendo en Madrid, querida Soraya eso no son sacrificios (Más info en el post ¿Cuánto cobra un Diputado?)

Aunque doy por hecho que no te refieres a estos “pequeños privilegios” de los que gozáis como representantes en el Congreso, estaría bien que supieras lo que realmente supone sacrificio a la ciudadanía. Porque sacrificar (sin el reflexivo que conllevaría voluntariedad de los sacrificados) es condenar a estudiantes de pocos recursos a tener que abandonar la universidad con el recorte de becas de la nueva reforma educativa. O los problemas de cobertura sanitaria de los ciudadanos y ciudadanas fruto de los recortes producidos en el Ministerio y las privatizaciones de alguna Comunidad Autónoma. O las penurias por las que pasan las miles de personas dependientes que han visto vulnerado sus derechos y recortados sus prestaciones debido a los hachazos que ha sufrido la ley de dependencia. O vivir con 400 euros al mes para toda una familia con todos sus miembros en desempleo, sin futuro profesional y sin poder llegar a fin de mes. Eso es sacrificio. Y personas sacrificadas por un dogma ideológico de austeridad que tiene una base más religiosa y fundamentada en la fe que en la razón. (Ver post en este Blog “El chocolate del Loro“)

Aunque estoy seguro que ni siquiera sois conscientes del sacrificio que estáis haciendo de gran parte de la población. Estas situaciones que acabo de enumerar son algo que queda tan lejos del mundo y la realidad de la Vicepresidenta y del resto de miembros del Gobierno que ni siquiera puedan planteárselas. Una realidad en la que se ve con normalidad cobrar sobresueldos por hacer un mismo trabajo, de cursos de coaching personal y de viajes en primera pagados por los contribuyentes. Ese es el problema, la realidad paralela en la que vive gran parte de la clase política española. Esa realidad ficticia de coche oficial y todo incluido que lleva a gran parte de la población a identificarla como una “casta” que vive al margen de los problemas de las personas que dicen representar. Entiendo que no es así. Que no se puede dudar de la honradez de todos los políticos y del carácter vocacional y de servicio público de su profesión, pero visto lo visto cada vez quedan menos argumentos para defender esta postura.

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En fin Soraya, como siempre llegáis mal y tarde. En la camino se han quedado muchos ciudadanos sacrificados por vuestras políticas, mala gestión y la mayor falta de empatía vista en un Gobierno en la historia de la democracia. Así que, por favor, no hables de sacrificios de los políticos para lanzar un mensaje a la sociedad de que todos estamos en el mismo barco. Bueno quizás, pero vosotros estáis en la clase VIP del Titanic y el pueblo en la galeras. Y lo peor de todo es que, como la orquesta de arribistas que os rodean sigue tocando y os hacen la ola, no sois capaces de ver que el barco se está hundiendo.