Revista Coaching
En la oscuridad de aquella nochesentí unos brazos sobre mísujetando mi cuerpobesándome, tocándome de la peor manera.Una voz gritaba entrecortada unas lágrimas caíany las ganas de huir crecían.Sádicamente se introdujo en míapareándose como perro diciéndome babosadasmientras me sujetaba.Me siento sucia recordando aquel momentome manchó, me hirió, jugó conmigo, me violó.