Título Original: Words of Radiance
Autor: Brandon Sanderson
Saga: Archivo de Tormentas.
Editorial: Ediciones B
Páginas: 1087
Sinopsis:
Palabras radiantes es la continuación de Camino de los reyes, la aclamada primera parte de la serie en diez volúmenes The Stormlight Archive. En ella retrocedemos seis años en el tiempo, cuando un asesino, entre cuyos primeros objetivos se halla Dalinar, mata al rey alezi. Kaladin está al mando de los guardaespaldas reales, un puesto controvertido por su baja condición, y debe proteger al rey y a Dalinar, al tiempo que dominar, en secreto, los nuevos y extraordinarios poderes vinculados a sus honorspren. Shallan tiene la misión de impedir el fin de las Desolaciones. Las Llanuras Quebradas tienen la respuesta; en ellas los parshendi están convencidos, gracias a su líder, de arriesgarlo todo en una apuesta desesperada.
Opinión:
No me siento muy motivada ante esta reseña. Sanderson es un autor que me gusta mucho y esperaba con ansia leer esta saga suya, pues es considerada su obra magna y tiene mucho renombre. No es que no me esté gustando, sino que no está resultando ser todo lo que esperaba. Este ya es el segundo de la saga y está bastante en la línea del anterior, con sus mismos defectos y virtudes.
De nuevo, tenemos que el mundo que ha creado Sanderson es impresionante. No solo es muy amplio, sino que está formado por multitud de sociedades muy distintas entre sí y muy ricas a nivel cultural. Son sociedades con mucho potencial que, por desgracia, no se aprovecha, pues solo se las conoce de refilón gracias a los interludios, los cuales nos permiten conocer muy superficialmente estos pueblos. Lo más probable es que en futuras publicaciones cobren protagonismo, pero más allá de cortar el ritmo de la narración y presumir de tener el mundo completamente pensado, no veo que aporten nada.Al igual que al libro anterior, a este le sobran páginas. Un tercio, como mínimo. Que conste que a mí no me ha molestado y que lo he leído a una velocidad pasmosa. Si no fuera por la LC con G, lo hubiera terminado mucho antes, pues aunque nos habíamos establecido tandas de 250 páginas cada semana, yo me las pulía en dos o tres días. Pese a que la lectura se me ha hecho ágil, no puedo obviar el hecho de que hay mucho relleno. Páginas y páginas en las que se reincide en una misma idea o que solo sirven para avanzar mínimamente la trama con un comentario final.
Lo curioso es que, pese a que sobran páginas, faltan explicaciones. En general falta hablar más del mundo. Y no me refiero a esas sociedades que aparecen en los interludios, sino a la sociedad de los protagonistas. Me parece vergonzoso que tras 2000 páginas no sepa qué religión se profesa en Alezkar, cómo funcionan los moldeadores de almas, qué tipos de magia hay o cómo son las relaciones entre los aristócratas. En esta ocasión, Sanderson trata de mantener tanto el misterio que se le ha ido de las manos. El mundo tiene profundidad, pero no se profundiza en él para tratar de sorprender al lector constantemente. Me gusta la magia, pero resulta tan misteriosa que no conozco sus límites ni entiendo bien su funcionamiento, por lo que me pierdo en las descripciones de las batallas.La trama es interesante, pues quieres saber más sobre el funcionamiento el mundo, la magia, los spren, los caballeros radiantes y los parshendi, pero la información se ofrece a cuentagotas. Además, tiene bastante parte política, pero, a diferencia de en Mistborn, no resulta atractiva, pues no tiene muchos giros. En general la novela me ha sorprendido bastante poco, no porque me esperara algunas revelaciones, que también, sino porque como no sabemos nada, puede pasar cualquier cosa, de manera que si de repente un personaje puede volar, no me parece nada extraordinario.En cuanto a los personajes, como punto positivo está el hecho de que conoceremos a los parshendi con más profundidad, pues hay varios capítulos enfocados en ellos y su cultura. Desgraciadamente, sigue siendo una visión muy superficial y no se llega a esclarecer los motivos por los que están actuando de la forma en la que lo hacen.
De los demás secundarios, admito que todos me resultan muy interesantes, pero la mayoría se quedan en un epíteto. El primer libro debería haberse enfocado por completo a profundizar en los personajes secundarios (Renarin, los miembros del Puente Cuatro, Navani, Elokar,...) para que en este libro te importaran, pero solo se centró en los principales. No sé nada de los secundarios, más allá de su caracterización inicial, por lo que cuando suceden cosas con ellos, no me importan.En cuanto a los principales, Adolin y Dalinar pierden gran parte de su protagonismo. Del que más puedo hablar es de Adolin, pues me gusta tanto su evolución como lo mucho que promete el personaje. Además, sus dinámicas con Shallan y Kaladin son fantásticas. Una de las cosas que más me gusta es que los personajes principales, a diferencia de Martin, se encuentran e interactuan, lo que nos permite ver el contraste entre varias concepciones del mundo
Kaladin, por su parte, también queda más en segundo plano, pero no por ello deja de molar. En general, el nivel de masmoleo de Kaladin en este libro no es ni medio normal. En más de una ocasión me he sentido en medio de un anime. Que sí, que resulta muy emocionante y muy épico todo, pero también siento que el personaje es invencible, pues escapa de todas las situaciones sin un rasguño. Mi mayor problema es que es demasiado perfecto. Todo le sale bien y no tiene que esforzarse, cosa que no resulta creíble. Por otra parte, entiendo que no respete a los ojos claros, pero no que eso no tenga repercusiones, pues a la mayor parte de la aristocracia le resulta indiferente que Kaladin los menosprecie de esta forma.El personaje que más evoluciona y en el que más se centra la novela es Shallan. De pronto, se convierte en el personaje central de la obra y se explora con gran profundidad tanto su pasado como su presente. Me han parecido muy interesantes sus poderes, así como la forma en que ha ido creciendo y cambiando como persona. También me ha gustado conocer su pasado y los flashbacks están mucho mejor introducidos que en el libro anterior. Pese a todo, la familia de Shallan tarda en aparecer y no se le dedica el tiempo suficiente.
En cuanto a los temas, la obra reflexiona sobre la depresión y el trauma, entre otras cosas, pero de nuevo, lo hace de forma superficial. En general la obra plantea muchas cuestiones interesantes, pero en la mayoría de los casos lo deja simplemente ahí, sin ahondar en ello.
No me gustaría que diera la impresión de que no me ha gustado este libro. Simplemente, no ha sido todo lo que esperaba. Como creador de mundos, Sanderson sigue sin tener parangón. El universo de Roshar es increíblemente rico y está cuidado al detalle, pero al ser un mundo tan amplio, queda desdibujado. La trama es interesante por lo carismáticos que son los personajes y porque el autor sabe preparar los giros, pero tiene un ritmo muy irregular y la obra adolece de exceso de páginas. Los personajes principales resultan interesantes, en especial por las dinámicas que hay entre ellos, pero se echa en falta más profundidad en los secundarios. Un libro muy trabajado y que está bien, pero que sigue sin ser la gran obra que me habían prometido. Cada vez siento más que Sanderson escribe para presumir de sus mundos y menos para contar cosas.
Cosas que he aprendido:
- Cada sociedad de Roshar da para un libro propio
- Los poderes molan mucho
Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5!
Primeras Líneas...