Ya tenía ganas de echarle el diente a la última obra de Brian K. Vaughan, ahora publicando en Image, que quien nos iba a decir que acabaría siendo el último reducto para que los guionistas y dibujantes pudieran desarrollar todo su potencial en series de creación propia.
Todavía tengo pendiente acabar Ex – Machina, pero recuerdo el buen sabor de boca que me dejó su Y The Last Man, Runaways, Mystique o su etapa junto a Stuart Immonen en Ultimate X-Men (que nadie se pierda la historia “Norte Magnético”).
Me atrevería a decir que Saga es hasta el momento su obra más personal, en esta nueva colección seguiremos las andanzas de Alana y Marko, una pareja formada por miembros de dos razas enfrentadas en una guerra que abarca media galaxia, ambos son humanoides, ella se destaca por tener unas pequeñas alas de Dragón en la espalda y él por tener unos cuernos cual carnero en la frente.
Con elementos de Space Opera y ciencia ficción cargada de aventuras, Saga narra la huída de esta joven pareja de enamorados y su hija recién nacida a lo largo y ancho de parajes de lo más variopintos, donde deben enfrentarse a todo tipo de peligros pues el Imperio Robot ha puesto sus ojos en la pequeña, por motivos que deben todavía revelarse, y no se detendrá hasta hacerse con ella.
El comienzo es algo confuso, al presentarnos un mundo totalmente nuevo y con unas reglas donde todo parece tener cabida y es aquí donde apreciamos la libertad creativa de Vaughan: magia, tecnología, una historia de amor, fantasmas o un grupo de cazarecompensas llamados “Independientes” que van desde humanos convencionales a arañas con tetas. Veremos naves árbol, ratas gigantes que detectan mentiras, prostíbulos intergalácticos donde hay todo tipo de perversiones (algunas de lo más desagradable) y acción.
Tras la presentación he de reconocer que me ha encantado, acabas por conectar con los personajes, quieres saber más del pasado de estos personajes totalmente nuevos y que tienen muchas posibilidades, el concepto de familia y compromiso aquí presentado puede dar mucho juego. Y que gran cliffhanger final.
Termino hablando del dibujo de Fiona Staples, que he conocido gracias a esta obra, y cuyo estilo no se aleja mucho del arte de artistas como Pia Guerra o Goran Parlov que ya acompañaron a Vaughan en Y The Last Man.
Deseando estoy leer el siguiente tomo.