Queridos lectores, estamos en navidad, es momento de recogernos en casa y no salir, y claro es momento de recuperar sagas muertas que tenemos ahí olvidadas en los armarios y estanterías. Y esta vez queremos recuperar Megaman, porque sé de muchos que no la conocen y, señores, no conocer a Megaman es casi como no conocer a Mario. Porque es prácticamente uno de los padres del género de las plataformas, siendo como fue, uno de los hijos predilectos de esa gran consola que fue la NES. Así que, señores… ¡Bienvenidos al año 200X!
Antes de empezar habría que hablar de Megaman como personaje, porque bueno, sería inútil analizar la saga sin conocer al “chiquillo azul”. Se trata del hijo de Keiji Inafune, uno de esos grandes de esa gran casa que es Capcom. Y bueno, viniendo de dónde viene tal vez no os cueste entender que es uno de los personajes más prolíficos del mundo del videojuego, en tanto que tiene videojuegos, sagas y reiteraciones hasta hartarte, porque, para bien o para mal, a Capcom le gusta repetir hasta la náusea. De entre esas sagas queremos analizar y recuperar a la que es su inicio y la que se considera la mejor. No quiero que me malinterpretéis fans de Megaman, las sagas X y Zero son también muy buenas, pero -personalmente- creo que, puestos a hablar de Megaman, mejor hacerlo con sus mejores juegos, la saga de NES.
Y esta empieza, como es lógico, con Megaman 1, el Megaman “primigenio”. La historia era simple: es el año 200X y un malvado doctor llamado Willy ha robado a otro famoso ingeniero llamado Light todos sus robots y los ha vuelto en contra de la humanidad salvo 1: Megaman (o Rockman en la versión japonesa) que deberá vencer a estos robots y salvar el día. Un propuesta simple para un juego aún mejor, porque Megaman se convirtió en sinónimo de diversión. Debíamos cruzar seis mundos en el orden que quisiéramos para derrotar al final de cada uno a su robot correspondiente, el cual, al ser vencido, nos entregaría su habilidad hasta que, acabados todos ellos debíamos derrotar al propio Willy. Todo ello con una dificultad endiablada, con saltos imposibles y enemigos con respawn infinito.
En general un juego divertido, genial para pasar el rato con los amigos toda una tarde pasándote el mando cuando perdías, cosa lógica si pensamos que, en un inicio, este juego se ideó para recreativas (de ahí que cuando hubiera un contador de puntuación, cosa que no volvió a aparecer en la saga). Pero, pese a todo, este juego se quedó en poco o nada cuando salió la “bestia” que le precede en la saga: Megaman 2
Y qué decir del que se considera con diferencia el mejor de la saga. Megaman 2 daba lo mismo que el 1 pero multiplicado por 2 (valga la redundancia): ahora tenemos 8 jefes en vez de 6 y todo un castillo lleno de fases dificilísimas antes de llegar al malo que, vuelve a ser el Dr. Willy. El juego era, en general, un poquito más fácil que el 1, gracias a que se revisó el control del personaje y se le añadieron nuevas habilidades como deslizarse en el suelo (sí, podría parecer una nimiedad pero es útil), pero puede sacar a uno de sus casillas igualmente. Ha marcado mucho más la saga que el primero, ya que prácticamente todos los juegos que se hicieron después eran meras copias del juego con algunas innovaciones y el sistema cambiado.
Posterior a él y en el ecuador de la saga de NES está Megaman 3 que es, sin duda, una copia del 2, no obstante se notaba que la saga aún estaba joven y fresca, así que también salió un juego muy, pero que muy divertido. Las únicas innovaciones incluidas fueron 2: la primera es Rush, un perro robótico (el cual seguro que a muchos os suena del Marvel vs Capcom) el cual tiene la habilidad de transformarse cuando su amo se lo ordena en muelle, submarino o avión permitiéndonos así pasar las plataformas más difíciles. La segunda era Protoman, un robot “hermano” de Megaman que hacía de jefe intermedio en unos niveles y de apoyo en otros, como parte de una historia paralela. Con respecto a dificultad estaba por encima del 2, no obstante también se le podía coger el tranquillo con paciencia. Con él podría haberse dejado la saga descansar y luego volver con fuerza pero, desgraciadamente, parece que Capcom le gustó como estaba saliendo la cosa y a partir de aquí empezó a explotar la saga, la cual empieza a bajar de calidad de forma alarmante a partir del siguiente título, Megaman 4.
Y es que con Megaman 4 la cosa ya empezó a decaer. No es que fuera mal juego, pero la verdad es que se notan claramente que no ofrece nada al lado de sus predecesores. Ni siquiera en innovaciones, porque lo único que incluyó el juego nuevo fue la posibilidad de cargar los disparos para así hacer más daño a los enemigos y un robot llamado Eddie que nos daba cosas útiles para recuperarnos durante los niveles. Por lo demás es exactamente igual que los anteriores.
Igual, o peor análisis reservamos para la continuación, Megaman 5, signo claro de la decadencia de la saga. Esta vez no teníamos como enemigo a un doctor malvado y sus robots como en los 4 anteriores sino a Protoman, que había raptado al doctor Light e iniciado una rebelión en contra de la humanidad con otros superrobots. A parte de esta historia, más de lo mismo, en general era un juego muy aburrido, más aún teniendo en cuenta que se alargaron considerablemente los niveles al incluir caminos alternativos.
Y llegamos ya al último de la saga de NES y con ello al final del análisis, Megaman 6, que fue un juego que calidad tenía más bien poca. Pese a todo era mucho más divertido que el 5 (entretiene al menos), no obstante, al jugarlo, se nota como que falta ya “algo”. ¿Originalidad? ¿Frescura? No sabría decirlo, pero lo cierto es que se nota claramente el bajón del robot azul.
Y con este último título se acabó la saga de NES. Capcom intentó revivir la serie para cuando salió la Super Nintendo con Megaman 7, pero tal fue el fracaso (el juego era malo con mayúsculas) que la compañía se vio obligada a hacer borrón y cuenta nueva y empezar una nueva serie, la X, que es la propia de la SNES. No obstante intentó recuperarla en dos ocasiones, primero con Megaman 8, que salió en la Play Station y Sega Saturn y que pasó sin pena ni gloria y después con Megaman 9 y Megaman 10, que se hicieron hace un par de años para las plataformas Play Station Network, Xbox-Live Arcade y WiiWare, ambos juegos que recuperan punto por punto el estilo de los juegos de NES, especialmente el 9, que es ya un todo un clásico y un digno sucesor de la saga, con los mismos niveles desquiciantes y la diversión que sabía darnos aquellos lejanos Megaman 1, 2 y 3.
(la portada del desconocido Megaman 8 de PSX)
Y, por ahora, se acaba aquí el análisis (y digo por ahora porque conociendo a Capcom lo menos que podríamos esperar es que el “Bombardero Azul” descansase). Espero que os haya parecido rápido, ameno y -porqué no- trepidante, porque esa es precisamente la sensación que yo experimento cuando juego uno de esos Megaman pixelados de principios de los noventa. Así que, queridos lectores, estas navidades, además de no privaros de turrones y mazapanes no olvidéis tampoco daros un “homenaje” a base de botonear en mandos de NES e insultar a los enemigos con respawn infinito. Porque esa es, con seguridad, la esencia de los auténticos Megaman.