Revista Política

SAGATO: Una gran aportación a la democracia, en plena transición albacetense.

Publicado el 05 diciembre 2014 por Espeangel @luigiaguilar
SAGATO: Una gran aportación a la democracia, en plena transición albacetense. Ayer tuve el placer de asistir a la presentación del libro “SAGATO: Jóvenes por el cambio. Cultura y opinión pública durante la Transición en Albacete (1976-1979)” y, como pasa últimamente con casi todo lo que no interesa al poder institucional, ni un solo medio fue a hacerse eco de la noticia, pese a que se trataba de una magnífica obra (la historia de la transición en Albacete a través de más de 200 escritos) y de un brillante historiador, Javier Alejandro León Casas, que además ha hecho todo el trabajo de campo y de edición como FreeLancer, o sea, sin ver un duro.
Como está feo que -el miembro más joven de aquel equipo que ya entonces disfrutaba sus 20 años-, tenga que glosar algunas excelencias de lo que supuso “Sagato” para la democracia y para transición de una ciudad cualquiera de provincia, recién muerto el dictador, transcribiré solamente unas palabras que pudieron oírse en la presentación que magistralmente hicieron Manuel Ortiz y Antonio Selva: “Bajo el título de esta obra, se esconde una historia de la cultura prácticamente inédita en la historiografía local previa. Se trata de una historia desde abajo, que toma por protagonista a un colectivo periodístico en el proceso de cambio que se vive en Albacete tras la muerte de Franco.
SAGATO: Una gran aportación a la democracia, en plena transición albacetense. En el 35 Aniversario del diario la Verdad yo escribía esto sobre: “Sagato” a algunos jóvenes, solo les sonará a un grupo de rock local; pero a los manchegos de pura cepa, les evocará una lumbre viva o una hoguera importante, que es lo que en realidad significa; A muy pocos, creo, les recordará ese “grupo de opinión y crítica social” que, según definían Manuel Ortiz et al. en su Historia social y política para una transición, formaba parte de la sociedad civil alternativa albacetense en la etapa final del franquismo. Y vaya si lo éramos; ¡como que nuestros artículos eran esperados nada más abrir los kioscos! Los unos para ver si nos metían en la cárcel, denunciando alguna de esas -según ellos- “soflamas incendiarias”, y otros para poder leer algo diferente a lo que se escribía en la época. Recordemos que aquí solo estaba entonces la Voz de Albacete -que aún mantenía demasiadas ataduras del régimen (y eso que ya mantuvo a Sagato unos tres meses, gracias a un osado director, D. Jesús de la Heras, que obviamente fue despedido por ello)-.
Fue entonces cuando Ramón Ferrando se jugó el tipo por nosotros y nos amparó en La Verdad. Como los artículos eran claros y abordaban hasta los tres intocables temas de entonces la corona, el ejército y la iglesia, se nos llegó a decir que nos escondíamos en el anonimato. Todavía conservo el reportaje “Sagato da la cara” con el que a 2 páginas completas nos presentábamos uno a uno y con foto incluida. Los hermanos López Cabezuelo y los Pérez Carbonell (los de Marpe), el supremo Adolfo Ortega, Manuel De Diego -el folias-, Dori Andrés, Manolo Vergara,… ¡Que maravillosa experiencia! Tantas y tan buenas tertulias, que -a mí particularmente, un imberbe cadetilla- me sirvieron tanto. Claro que no pensaría lo mismo Ramón, que finalmente, acusado de mantener en página 3 a un “grupo marxista” en un periódico de EDItorial CAtólica”, fue despedido, aunque casi tres años después. ¡Qué bueno sería repescar de las hemerotecas artículos como el “Buenos días Sr. Gobernador”, con el que tras la salida de D. Federico Gallo, le decíamos a D. Moisés Arraimadas el tipo de gobernador que necesitaba esta ciudad!
SAGATO: Una gran aportación a la democracia, en plena transición albacetense. Bueno, pues aquí está recuperado, junto a otro puñado bien representativo de artículos de la época que bien podrían haber estado escritos antesdeayer.
Termino con la ficha técnica, con una reflexión sobre el significado del término y con unas preguntas que se hace el propio autor y nos darán que pensar.
SAGATO- jóvenes por el cambio. Cultura y opinión pública durante la Transición en Albacete (1976-1979)
Javier Alejandro León Casas (Bilbao, 1982) es licenciado en Humanidades por la Universidad de Castilla - La Mancha, investigador, profesor y formador ocupacional. En el campo multidisciplinar de las Humanidades ha participado como becario en diferentes programas de investigación y en la gestión del Centro de Estudios y Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDOBI).
"Sagato, jóvenes por el cambio" es su primera monografía tras varios años de aprendizaje dentro del Seminario de Estudios del Franquismo y la Transición (SEFT - UCLM). Sobre este período ha publicado el artículo "Albacete, la ciudad dividida. Espacio urbano y participación ciudadana durante la Transición", editado por la Asociación de Jóvenes Historiadores de la Universidad de Salamanca. Actualmente colabora con FAVA y SEFT en un trabajo sobre el movimiento vecinal de Albacete.
Bajo el título completo de "Sagato, jóvenes por el cambio. Cultura y opinión pública durante la Transición en Albacete (1976-1979)" se esconde una historia de la cultura prácticamente inédita en la historiografía local previa. Se trata de una historia desde abajo, que toma por protagonista a un colectivo periodístico en el proceso de cambio que se vive en Albacete tras la muerte de Franco. Su intento por democratizar la cultura, por generar una cultura política basada en el diálogo, su constancia y ejemplo son los motivos que han propiciado esta investigación.
SAGATO: Una gran aportación a la democracia, en plena transición albacetense. Según el diccionario manchego de José S. Serna (1983) “Sagato” se define “en las aldeas, como la paja trillada que bajo la chimenea se amontona con tocones de carrasca, encendidos y pasados del fuego para conservación de las brasas”. Por ello, “Echar un sagato” significaría, encender una lumbre, prender una luz”. Una luz que en este caso, la describe Javier como “la luz metafórica de la democracia".
Finalmente, nos plantea el autor 5 preguntas que me emocionan, sobre todo porque van precedidas de un reconocimiento a lo que significó nuestra gallardía, según él “tan poco reivindicada”. El sí nos reconoce “la gran aportación a la democracia que hizo este pequeño grupo de jóvenes, protegidos bajo la denominación de Sagato, para ayudarnos a aquella sociedad, a desprendernos del gris legado cultural del régimen franquista” :
¿Sirvieron para algo tantas reuniones y tantas redacciones?
¿Dejaron aquellos artículos algún tipo de herencia o de recuerdo en el subconsciente colectivo albaceteño?
¿Puede ser Sagato un ejemplo del cambio generacional y de mentalidad que los nuevos tiempos democráticos demandaban?,
¿Coadyuvó el ejemplo de Sagato al renacimiento de la cultura democrática en Albacete?
¿Hubiera sido igual el proceso sin Sagato? Son hipótesis, preguntas y planteamientos a los que trata de dar respuesta a lo largo de su investigación.
Y ya no les cuento más. Léanlo.
El libro se puede adquirir en la albaceteña LIBRERÍA POPULAR y también está disponible en pdf en este enlace del IEA Espero que les guste el resultado.
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