Revista Cultura y Ocio

Sakura, de Matilde Asensi

Publicado el 18 marzo 2019 por Covadonga Mendoza @Cova_Mendoza

Sakura, de Matilde AsensiSakura

Un japonés excéntrico contrata a un grupo heterogéneo de personas relacionadas con el arte (y una enfermera) para que encuentren un cuadro perdido del pintor Van Gogh.

Solo con leer el argumento ya nos percatamos de que tenemos delante el enésimo libro de M. Asensi basado en el Catón ( El Último Catón, su obra más exitosa). Si fuera solo la historia (más o menos adaptada a otros contextos), todavía podría pasar, pero es que es incluso la misma estructura.

  • una persona que encarga un trabajo a un grupo después de soltar una explicación para poner en antecedentes sobre el tema del que va a tratar el libro, en este caso, sobre la vida y obra de Van Gogh y la cultura japonesa (y la relación entre el movimiento impresionista y esta cultura).
  • Un grupo de personas que no saben para qué están ahí (y aun así se presentan a la cita), ni se conocen entre ellos, y dotadas cada una de ellas de una cualidad o don particular relacionado con la misión (solo más tarde en el libro el protagonista se pregunta para qué demonios va una enfermera... que, como es obvio, tendrá ocasión de utilizar sus conocimientos).
  • Una serie de pruebas a modo de escape room, donde los protagonistas deben encontrar la forma de resolver puzles para salir e ir al a siguiente brete. Estas pruebas están relacionadas con cuadros de Van Gogh o circunstancias de su vida.
  • Un desarrollo lineal sin giros ni revelaciones, salvo al final.
  • Un desenlace donde se explica a qué ha venido todo lo demás.

En resumen, lo mismo de siempre.

Sin embargo, también se aprecian algunos cambios sobre el esquema típico que revelan una cierta evolución.

En esta novela, más breve de lo habitual, la autora logra introducir la documentación o información (sobre Van Gogh y la cultura japonesa) de una forma mucho más natural que en otras ocasiones. El texto está más ajustado, de modo que no nos encontramos con una mega introducción de 160 páginas como pasaba en "El regreso del Catón", que hacía la obra tediosa y lenta. Aquí se va al grano, y eso se nota en el número de páginas y la agilidad de lectura.

Es obvio que se sacrifica también en el desarrollo de los personajes. No es que en otras novelas suyas esto fuera un punto fuerte, pero en esta está minimizado de una manera muy llamativa. Puede decirse que al estar narrado en primera persona, conocemos un poco las circunstancias del protagonista principal; pero el resto de los personajes son meros nombres que están ahí para diversas funciones no muy definidas, de los que llegamos a saber poco (de su psicología o forma de ser), apenas unas pinceladas. Teniendo en cuenta el género de la novela pues tampoco molesta que haya personajes unidimensionales. Es algo típico en las aventuras. Hay cosas que se nota que están para amenizar un poco el desarrollo tan plano y lineal, como el instant-love previsible y facilón que se plantea, y que tampoco es que aporte mucho, pero bueno, ahí está el cliché. La voz narradora es mas sosa pero también menos irritante. Para mí eso es mejoría, la verdad, y bastante, respecto a Ottavia en la anterior...

Si comparamos con la producción anterior se percibe mucha más edición, en el sentido de recorte, más esquematismo, menos humor infantil (esto se agradece muchísimo) y más tratar de cumplir el expediente de forma rápida y efectiva, lográndose un producto menos pesado pero más olvidable. También menos imaginativo, cosa que deducimos del diseño de las pruebas, muy similares unas a otras, siempre con la intervención de un subterráneo donde no hay cobertura...

Punto aparte el desenlace, que me parece lo peor de todo. No solo porque desde el inicio se intuye una de las "revelaciones" (solo hay que leer con atención la descripción de uno de los miembros del equipo), sino porque incluso no habiéndolo intuido resulta algo flojo y pobre. Nada de salvar el mundo, ni de descubrimientos asombrosos que pueden cambiar la concepción de la historia o tirar por tierra dogmas religiosos... No, es una cosa un poco prosaica y algo happy end cuento de hadas que supongo también tendrá su público. A mí, en particular, solo se me ha quedado un detalle de todo el libro: Van Gogh era una mala persona de muy mal carácter, pero un genio de todas formas.

También es verdad que no todo va a ir de salvar el mundo. Quizás la autora haya optado por algo más sencillo para salirse del encasillamiento. A mí me parece positivo (aunque hubiera preferido una revelación algo más fuerte y menos previsible). Después de todo, el mensaje o subtexto del libro está relacionado con el arte, con la posibilidad de que las cosas no sean como nos han contado de ciertas encumbradas personas, de que el genio no esté vinculado con otras cualidades positivas, de la naturaleza del arte, de la originalidad y las copias, el límite de lo que es inspiración y lo que es plagio, etc...

En resumen, una novela para fans muy acérrimos de la autora que no se decepcionen cuando les ofrecen el mismo plato con los mismos ingredientes solo que menos sazonados y aptos para alérgicos al gluten.

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. El blog no se hace responsable de los spoilers que puedan aparecer en los comentarios, ya que Blogger no permite editarlos. Se ruega que se ponga un aviso si se van a mencionar. Gracias por tu opinión)


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