Tras una larga caminata o un paseo sobre unos elevados tacones, suele aparecer el temido y molesto dolor de pies. Para aliviarlo, tan solo tendrás que utilizar este remedio casero elaborado a base de agua y sal, dos ingredientes muy económicos que pueden encontrarse en cualquier cocina.
Ingredientes
2 cucharadas de sal
Pasos a seguir
1- Hazte con un barreño lo suficientemente amplio como para introducir ambos pies.
2- Llénalo de agua templada y añádele las dos cucharadas de sal.
3- Introduce los pies en su interior y deja que reposen dentro del cuenco durante unos 10 minutos.
4- Transcurrido ese tiempo, sácalos del agua y sécalos cuidadosamente con una toalla.
5- Una vez que estén secos, masajéalos con unas gotas de aceite de almendras. De este modo, aliviarás el dolor de pies, los hidratarás al máximo y, además, eliminarás las posibles durezas que hayan podido aparecer en la piel.