Revista Cultura y Ocio

Sala Equis, la plaza secreta donde el cine y la música no acaban

Publicado el 21 febrero 2018 por Noemi Megustamibarrio @megustamibarrio

Existe, oculto en una calle estrecha de La Latina, en un edificio antiguo, atravesando un pasillo un poco oscuro, una plaza luminosa en fiesta permanente. Un espacio donde nunca se apaga la pantalla de cine, donde las cervezas acompañan a la tertulia y los conciertos llenan el ambiente. Sala Equis es un bar, una sala de cine o de conciertos, un espacio de circo, danza o presentaciones literarias, pero sobre todo, un lugar de encanto decadente que pretende que la cultura sea su hilo conductor. Un refugio moderno, hermoso y acogedor para que crezca la cultura, para discutir alegremente, para pasar, como harías por la plaza de tu pueblo, a ver qué es lo que se cuece hoy por allí. Porque siempre pasan cosas en Sala Equis.Sala Equis, la plaza secreta donde el cine y la música no acaban

No es casualidad que sobre Sala Equis esté ubicado el precioso restaurante El Imparcial ni que compartan tantos detalles: la orientación cultural, el buen gusto en la combinación de los elementos decorativos originales con las tendencias del momento y unas opciones gastronómicas asequibles, desenfadadas y muy ricas. No es casualidad porque son hermanos, hijos de los mismos socios Nacho Rodríguez y Dani Pérez, que ya soñaron esta plaza cuando abrieron El Imparcial. "Hicimos una reserva del espacio de más de dos años. Hemos trabajado mucho para conseguir esta mezcla", explica Dani. Para Nacho, "aquí, la cultura se encuentra más cómoda. Es un sitio para el encuentro, para la experiencia, para comentar y disfrutar".

Sala Equis, la plaza secreta donde el cine y la música no acaban

La historia del edificio que alberga ambos espacios es parte de la historia de Madrid. Tal y como nos explican, "el edificio es un palacete que entre los años 1913 y 1933 albergó la redacción del diario El Imparcial. En su redacción se elaboraban Los Lunes de El Imparcial, el suplemento cultural en lengua española más importante de la época y donde colaboraban asiduamente los grandes nombres de la generación del 98 (Unamuno, Azorín, Baroja)". "Sin embargo, en 1933, el diario cerró y en su patio se edificó el ​cine Alba. En los años 80, el cine Alba pasó a ser una Sala X, de las últimas que quedaría abiertas en Madrid", cuentan los propietarios actuales. Gracias a la familia propietaria del cine, el edificio ha sobrevivido a numerosos intentos de demolición. "Queríamos preservarlo y sacarle partido a su herencia cultural", explican.

Sala Equis, la plaza secreta donde el cine y la música no acaban

El centro de todo es la plaza, pero tú no sabrás que existe en un primer momento. Recorrerás el pasillo (que funciona como terraza cubierta, con pequeñas mesitas), atravesarás las puertas y llegarás al recibidor, con la taquilla, las escaleras que suben al cine y otras puertas, igual de grises y pesadas que las anteriores. Es, al abrir éstas, cuando quedarás boquiabierto. Abierta al cielo gracias a un amplio lucernario original, está presidida por una gran pantalla de proyección siempre en funcionamiento, donde se proyecta cine mudo, cortos o fashion films, por ejemplo.

Debajo, se encuentra la barra, para tomar unas cañas, unas copas o cócteles o comer raciones de bravas y ensaladilla, hamburguesas o tataki, propuestas desenfadadas, sencillas y pensadas para que puedas transportarlas por Sala Equis, tanto si te sientas en una de las bancadas de madera, en una silla, en una tumbona, en un columpio o te las subes a las butacas del cine. También hay menú del día, para alargar la tarde. Enmarcan la plaza dos neones que rememoran las candilejas del cine y mucha vegetación. El proyecto de reforma, de Plantea Estudio, ha buscado mantener en lo posible los elementos decorativos que ya existían como los suelos o el anfiteatro o las molduras de las paredes fusionándolo con elementos naturales.

Sala Equis, la plaza secreta donde el cine y la música no acaban

La sala de cine, de 55 butacas, mantiene este espíritu desenfadado. Esto no es la Filmoteca, puedes comer y beber (siempre con respeto), se hacen tertulias y presentaciones en la propia sala. La programación está dividida en ciclos temáticos y reposiciones y corre a cargo de Sunset Cinema, "la factoría de experiencias cinematográficas pop up", que nos ha regalado ya el cine de verano de la Galería de Cristal o las reposiciones geniales en el Cine Callao o en el Palacio de las Alhajas esta Navidad. La programación cambia cada mes así que nos conviene estar atentos a la web. A la salida, la barra del Ambigú, inspirado en los clásicos cinematográficos, es el sitio idóneo para tomar un cóctel recogido y comentar a media voz lo que nos ha parecido la película. Con quien compartes esa intimidad, ya es decisión tuya.

Sala Equis, la plaza secreta donde el cine y la música no acaban

Influidos por el Rastro y sus movimientos, los fines de semana hay sesiones matinales para familias con inquietudes, música a la carta, conciertos de jazz, aperitivo ... "Hemos hecho sesiones de circo, danza, teatro. Han venido directores de cine como Jonás Trueba a presentar sus películas. Estamos abiertos a todo tipo de acciones y de público", señalan.

Sala Equis te va a sorprender. Te va a escandalizar. Te va a enamorar. Ya tardas en conocerlo.

Los datos. Sala Equis. c/​ ​Duque​ ​de​ ​Alba​ ​4​. Reservas: 914​ ​296​ ​686. Precio medio: 20€. Cervezas, 3€. Copas: 6€. Menú del día: 10€. Entradas de cine: 6,5€. Más información en su web

*Fotos: LuciaMPhotography

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