El pasado fin de semana fuimos a conocer la Sala Look, más conocida entre los Quinteños como la “Discoteca del Hipódromo” por encontrarse en el mismo recinto. Lo primero que me gustó fue la cantidad de aparcamiento libre que hay, al contar con los mismos aparcamientos que tiene el Hipódromo y que no son pocos, da igual a la hora que vayas que siempre podrás aparcar cerca, cosa que se agradece mucho cuando vienes de vuelta cansado de bailar toda la noche, sobre todo las mujeres con sus impresionantes tacones que tan bien les sientan
Yo no conocía el lugar y la verdad es que impresiona la primera vez que lo ves, la decoración, el mobiliario, la iluminación, todo en su conjunto se mezcla y es capaz de adelantarte que vas a pasarlo bien y que te va a gustar el sitio, y tanto que me gustó!
Cuando llegamos todavía era temprano y en el interior aún estaba tranquilo, algunas parejitas en la barra y grupos de amigos sentados en las sillas y mesas de ratán o de piel blanca que decoran el lugar. Aunque en el exterior ya se veía lo que se avecinaba ya que muchos chavales optan primero por tomarse una copita con los amigos en el coche y luego entrar, eso que hemos hecho todos alguna vez. Lo bueno es que aquí al ser un recinto cerrado está todo más controlado, el coche patrulla de la policía local aparecía de vez en cuando, sin molestar a los chavales, pero controlando que todo iba bien, me gustó mucho la actitud de los agentes.
Tengo que reconocer en este punto que hace tiempo que no iba a una “terraza de moda” y que en cuanto a gustos musicales me he quedado atrasado, pero la verdad es que la música que había me gustaba bastante, se me iban solas las cadera
, cuando escuchas música en una discoteca y no la reconoces tienes que reconocer que te haces viejo (jeje). Poco a poco la noche se fue animando, en un abrir y cerrar de ojos la pista estaba llena, la gente bailando, pasándolo bien, pero hubo varias cosas que me gustaron aún más, a pesar de que la pista estaba de bote en bote, no era difícil pedir una copa en la barra donde por cierto las camareras y camareros eran un encanto, y había algunos rincones al aire libre donde puedes desconectar un poco para charlar, para fumarte un cigarrillo o tirarle los trastos a la chica que acabas de conocer, ya que cada uno elija el uso que le quiere dar. Yo opte por fumarme un cigarrillo, y entonces descubrí lo que quizás es lo mejor de esta sala, al estar en lo alto se puede disfrutar de unas vistas impresionantes de toda Sevilla iluminada en la noche, sólo por disfrutar de estas vistas ya merece la pena ir a tomarte algo.Por ultimo la seguridad también me llamo la atención, no llegue a contar cuanto personal había pero mirara donde mirará había siempre algún chico vestido de chaqueta pendiente de que todo fuera bien, incluso en los baños. Eso me gustó mucho ya que los que tenemos cierta edad nos tranquiliza saber que sí hay algún problema hay gente que controla la situación. Aunque con el ambiente que había la verdad que no era necesario, pero nunca está de más.
Me comentaban el dueño de la sala que muchos vecinos de Montequinto no conocían aún el sitio, cosa que me sorprende porque es la única terraza de verano (de verdad) que tenemos cerca, hay otras ofertas también muy buenas en el barrio pero no dejan de ser locales cerrados con pequeñas terrazas, esta sala sin embargo es totalmente abierta lo que en verano se agradece, sobre todo allí arriba que hay siempre varios grados menos. Además por cercanía tanto a Montequinto como a Dos Hermanas la policía Local no suele hacer controles de alcoholemia en esa zona, es no significa que puedas ir borracho como una cuba ya que estar sí están presentes, pero no hacen controles salvo en casos muy específicos con síntomas evidente de embriaguez. Por lo que podemos ir tranquilos a tomarnos una copa, sin pasarnos.
Sobre las cinco de la mañana, después de pasar una extraordinaria noche que prometo repetir más de una vez este verano, volvimos a casa con la sensación de haber hecho un descubrimiento en Montequinto al que le vamos a sacar mucho partido, volveremos seguro.
Y para mostrar todo lo dicho, que mejor forma que plasmarlo en imágenes, que en este caso hablan por sí solas.