Revista Viajes
Emprendemos esta semana una escapada cultural y de relax a una de las ciudades más maravillosas y monumentales de Europa, espero que la sigais.
En la primavera que está a punto de entrar, Salamanca se viste con colores rosados y el sol se alarga en las tarde buscando dorar las fachadas de la ciudad monumental, después llegará el verano y el otoño que nos acompañan en una ciudad llena de vida y con unas temperaturas agradables que hacen nuestros paseos agradables y ligeros. En esta Salamanca hermosa es cuando uno debe pasear cogidos de la mano de su ser querido por la Rua Mayor, descansar sentados a la sombra en el Huerto de Calisto y Melibea, sestear estirados en la ribera del Tormes bajo el puente romano o tapear en las terrazas de la Plaza Mayor de “Europa” degustando vinos de la Ribera o de las Tierras de Castilla.
Pero empecemos por el principio. “Entrando CALISTO una huerta empos dun falcon suyo, halló ý a MELIBEA, de cuyo amor preso, començóle de hablar; de la qual rigorosamente desdepido, fue para su casa muy sangustiado”. Así comienza la “Tragicomedia de Calixto y Melibea” es una de las historias de amor más trágicas que han sucedido en nuestra literatura. Y sucedió en Salamanca.
Salamanca fue declarada en 1988 “Ciudad Patrimonio de la Humanidad”, es uno de los lugares más atractivos de nuestra geografía para perderse en paseos románticos y deleitarse con los colores ocres de sus paredes en los largos atardeceres veraniegos o al aroma a ciudad antigua que desprenden sus alamedas y jardines.
Y eso es lo que a partir de hoy y en cuatro entregas os enseñaré. No os lo perdaisSigueme amigo