Los salarios y nóminas encierran diferentes conceptos que a veces cuesta comprender. De hecho, estos documentos tan importantes en ocasiones no se interpretan de forma acertada, e incluso hay quien no sabe diferenciar entre un salario bruto y uno neto. Para ayudarte a comprender a fondo todo lo relacionado con las nóminas, a continuación encontrarás información fundamental al respecto.
Conceptos básicos relativos a salarios y nóminas
Hay conceptos salariales importantes que debes conocer y entender, aunque delegues estas tareas en una asesoría o gestoría. De esta forma sabrás interpretar correctamente tu nómina, te ahorrarás algunos problemas fiscales y no tendrás que recurrir a asesores para entender el documento. Presta atención a estos aspectos.
Salario bruto
El salario bruto es la cantidad de dinero total que recibes por tu trabajo cada mes. A este aún no se le han aplicado las retenciones y cotizaciones a las que estés sujeto. Por eso no es la cantidad que va a aparecer en tu cuenta del banco; ese es el salario neto. Además, no tienes que hacer nada para conocer este dato: estará expuesto con claridad en el documento.
La cantidad que tengas asignada dependerá de lo que aparezca reflejado en tu contrato y que pactaste antes de firmarlo.
Salario neto
El neto es el salario que realmente cobras, y al que se le han aplicado retenciones y otros conceptos a los que estás sujeto. Esta es la diferencia fundamental entre ambos salarios, que puede resultar confusa para aquellas personas que entran por primera vez en el mercado laboral. Además, ten en cuenta que las retenciones que te afectan a ti pueden hacerlo en cuantías diferentes a las del resto de trabajadores.
Retenciones
Las retenciones son cantidades que se detraen de tu salario bruto y que aseguran el pago de impuestos o deudas que hayas contraído. En el caso de los salarios, hay dos partes que debes distinguir: la cotización de la Seguridad Social y el IRPF que recauda la empresa para Hacienda. La cuantía de cada una varía en función de diferentes factores, como la cantidad de dinero que ganes al año.
Por un lado, la cotización de la Seguridad Social está ligada a unas bases que comprenden diferentes conceptos. Pagas un 4,70 % por contingencias comunes, entre las que se incluyen la posible incapacidad temporal o las prestaciones para tu jubilación. También te restan entre un 1,55 y un 1,60 % para cubrirte en caso de que seas despedido, y un 0,10 % que se destina a formación, reciclaje y reclasificaciones profesionales.
Por otro lado, el IRPF (impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) varía en función del tramo de recaudación en el que estés. Este depende de tus ingresos (cuanto mayores sean más tendrás que pagar) y de una amplia variedad de circunstancias personales, como el hecho de que estés o no casado, el número de hijos a tu cargo o si estás percibiendo a alguna pensión.
Complementos
En tu nómina también puedes encontrar diferentes complementos. Estos son cantidades adicionales destinadas a complementar el salario base, pero solo si se cumplen determinadas circunstancias ligadas a la productividad.
Algunos ejemplos son la realización de horas extras, haber trabajado por la noche o en días festivos. De esta forma se abona el pago de estas jornadas especiales; además, los complementos sirven de incentivo para aumentar la productividad general de la empresa.
Estos son solo algunos de los conceptos relacionados con los salarios y nóminas que debes conocer para evitar confusiones. Los encontrarás desglosados en tu nómina, para que puedas contrastarlos, y su gestión por parte de la empresa suele llevarse a cabo con un software ERP online para que no haya lugar a errores.