Revista Viajes

Salento, el tacón de Italia

Por Martafr1975

Sábado 31 julio 2021

Escribo desde el ferry de vuelta a casa porque esta última semana no hemos tenido ni un momento de relax y del poco que hemos disfrutado ha sido para descansar. Las temperaturas han sido extremas, con vientos calientes del sur que, a veces, quemaba hasta el aire del ventilador y eso se ha notado en el descanso y en nuestro agotamiento físico que ha ido increscendo día tras día.

Y tras esta breve explicación de los motivos que me han llevado a no escribir nada durante estos días, sigamos con el diario de viaje.

El sábado tocó cambio de zona, entrábamos en la estrecha península de Salento, el verdadero tacón de Italia, que se extiende desde Brindisi a Taranto y hasta Santa Maria de Leuca. Es una zona caliente, seca y remota que retiene el sabor de su pasado griego.

La costa oeste de la península se caracteriza por sus playa de arena fina motivo por el cual, no es de extrañar, los principales centros turísticos se concentran en esta zona. Gallipoli es uno de ellos. Rodeado de playas cristalinas, es el lugar ideal para pasar unos días y conocer la región desde aquí. Hay varios campings y no son nada baratos pero la zona es cómoda para moverse y agradable. El camping la Vecchia Torre es tipo village, con playa privada, servicios limpios y parcelas grandes y muy sombreadas, cosa que valoramos especialmente en este viaje.

Acampamos, dejamos al Scott con toallas mojadas y el ventilador a toda pastillas dentro de la caravana y nos vamos a Parco Naturale Regionale Porto Selvaggio, 20 kilómetros al norte de Gallipoli, un área protegida de costa salvaje con senderos para perderse entre árboles y una orilla rocosa con aguas esmeralda que se mantienen siempre frescas gracias a los manantiales que desembocan en el mismo mar. Sería una pena llegar hasta aquí y quedarse en la abarrotada Spiaggia di Porto Selvaggio; a pocos metros, recorriendo el sendero dirección norte, pequeñas calas rocosas nos esperan para darnos un baño en las aguas heladas que bañan los manantiales y que propician la vida marina de una variada y considerable cantidad de peces y erizos.

Comemos algo rápido y fácil en Santa Maria al Bagno y descansamos un rato en el camping antes de darnos una ducha para ir a comer un helado y pasear un rato por Gallipoli a la hora de la tradicional passeggiata. Pero poco podemos hacer, Ariadna no se encuentra muy bien y tenemos que volvernos antes de la previsto.

Salento, el tacón de Italia
Salento, el tacón de Italia

Domingo 1 agosto 2021

Santa Maria de Leuca es el confín de Italia, allí donde el mar Adriático y el Jónico se mezclan. Hacia el este, una costa abrupta de rocas, calas y grutas. hacia el oeste, playas de arena fina que se comparan (no acabo de verlo) con las Maldivas.

Esta población debe su nombre a la basílica que se alza en un promontorio cercano, en la punta más al sur de Salento, junto a un famoso faro. Pescadores y turistas han aprendido a convivir en esta pequeña población que mezcla un centro vacacional con un puerto antiguo y un paseo marítimo lleno de villas de estilo liberty mezcladas con algunas de inspiración morisca.

Siguiendo la costa hacia Gallipoli se extienden playas de arena blanca con enormes lidos y parkings abarrotados. La comparación con las Maldivas se diluye por momentos, motivo por el cual decidimos cambiar de costa atravesando la península e ir a la maravillosa bahía Il Ciolo. Un pequeño y estrecho fiordo que se adentra en la tierra bajo un enorme puente, enmarcado por altas rocas que caen escarpadas al mar con aguas de colores que van desde el azul al verde intenso. En verano se convierte en el lugar predilecto de buceadores y nadadores que se acercan a la cercana grotta y por atrevidos jóvenes que se lanzan al vacío desde la altura de las rocas o desde los recovecos del puente ante la atenta mirada de curiosos que flipamos con tan osada actividad.

De vuelta al camping y ya al atardecer volvemos a Gallipoli, esta vez sí podemos pasear y sentarnos en la dársena que separa el puerto de la playa para ver el ocaso.

Gallipoli es una ciudad dividida en dos partes: la zona moderna su ubica en el continente, mientras que el centro histórico habita en una pequeña isla que se adentra en el Jónico. La ciudad vieja, rodeada por una muralla del siglo XIV, es el mejor lugar para pasear con varias iglesias barrocas, un puerto pesquero tradicional, un bonito paseo marítimo y calles estrechas y laberínticas.

Restaurantes de pescado con las famosas gambas de Gallipoli como plato principal copan el casco viejo, pero también hay lugares más económicos donde cenar algo más ligero pero sin dejar de lado la calidad y la tradición, como es la Baguetteria de Pace donde se practica el arte italiano de hacer bocadillos excepcionales. Eliges el pan, los ingredientes y ¡a disfrutar!

Salento, el tacón de Italia
Salento, el tacón de Italia
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Salento, el tacón de Italia

Lunes 2 agosto 2021

#lunesdeciudad, y esta vez es el turno de Lecce, cuna del barroco en Puglia. Con un generoso alijo de edificios del siglo XVII, el barocco leccese es una versión expresiva y exagerada de este estilo. Enormemente decorativa, con multitud de gárgolas y columnas, Lecce conserva más de 40 iglesias y otros tanto palazzi, todos construidos y renovados durante el mismo periodo de tiempo.

El principal edificio e icono de la ciudad es la Basilica di Santa Croce con un sorprendente exterior repleto de ovejas, querubines y dodos tallados en su blanca fachada. La Piazza del Duomo es otro de los ejemplos de este festival del barroco, rodeada del Palazzo Vescoville y el Duomo, que le da nombre.

Un ticket de 9€ permite el acceso a los edificios principales de la ciudad. También podemos comprar la modalidad familiar ahorrándonos unos euros, por 19€.

La tarde la pasamos en el camping, descansando, unos, y en la playa, otros.

Salento, el tacón de Italia
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Martes 3 agosto 2021

Desde Gallipoli nos dirigimos a loa costa este de la península salentina. Nuestra primera parada, de un día que se presenta atareado por la cantidad de lugares que tenemos para visitar, es Otranto. Se halla en el punto más oriental de la península itálica y su casco antiguo está protegido por una larga escollera. En él destacan dos edificios: la catedral de Santa Maria Annunziata, construida por los normandos entre los siglos XI y XII y el castillo levantado por la Corona de Aragón cuando reinaba Alfonso el Casto que sigue el modelo de fortaleza pentagonal y, actualmente, su estructura se encuentra perfectamente conservada.

Siguiendo la carretera de la costa dirección norte llegamos a a la zona arqueológica de Rocca Vecchia, conocida como una de las zonas más bonitas de la costa italiana. Con recientes excavaciones de una villa medieval, criptas y estructuras de diferentes épocas, al encanto de este lugar se suma la belleza de una de las piscinas naturales más bellas del mundo: la Grotta della Poesia. Aunque asediada de turistas en verano, el lugar es precioso. El baño en ella está prohibido (ejem….), o es lo que te dicen al entrar pero lo que realmente está prohibido es bajar a ella para bañarse, tirarse desde las alturas está permitido bajo tu responsabilidad y, claro, ¿Quién no se tira en esas aguas cristalinas? pues yo y unos pocos más. Ante la pasividad de los vigilantes que custodian la valla de bajada, los más valientes se lanzan al vacío y suben saltando el obstáculo instalado para que nadie pase. No he visto trabajo más triste que el de ese pobre vigilante al que nadie le hace caso.

A pocos kilómetros se encuentra otro de esos lugares que hacen que un viaje a Puglia merezca la pena. I Fariglioni di Sant’Andrea es una obra de arte de la naturaleza donde el mar ha dado forma a la roca blanca dejando a al vista grandes pilas, cuevas y arcos. Es fácil descender hasta la cala rocosa y darse un baño entre las esculturas naturales.

Cuarta y última parada del día. Con sus manantiales de agua fría y su bahía de guijarros, el pequeño fiordo de Acquaviva, de unas decenas de metros de largo, serpentea entre las rocas y la rica vegetación. De fácil acceso en coche, la pequeña bahía de guijarros es de acceso libre y está bañada por agua que poco a poco se vuelve más profunda e increíblemente transparente gracias a los numerosos y helados manantiales de agua dulce que le dan nombre. El acantilado se despliega en los bordes del barranco donde tomar el sol en tranquilidad o sumergirse con seguridad en un mar cristalino que, protegido de corrientes y vientos, casi siempre es plácido y tranquilo.

Pero nuestro último día en Gallipoli no acaba aquí, tenemos reserva en uno de los mejores restaurantes de la población: La Puritate. Y llegamos con el tiempo justo de ducharnos y volver a irnos. ¡Esto no son vacaciones!

La Puritate es de esos restaurantes que no se olvidan. Sus platos es basan en el pescado y la pasta sin olvidar la tradición y las costumbres salentinas. Empezamos con unos spaghettini al limone, linguine alle vongole y pennette in barcaccia. Seguimos con el pescatrice alla gallipolina y con el plato estrella de la región, gamberi di Gallipoli, maravillosas gambas frescas a la sal. Y para acabar dos postres tradicionales: torta pasticciotto con crema al limone y spumone típico de la región de Salento. ¡Nada mal nuestro último homenaje pugliese!

Salento, el tacón de Italia
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Miércoles 4 agosto 2021

Nuestra última parada del viaje en la región de Puglia es Taranto, centro industrial y naval de los más importantes de la costa este de Italia.

El campig Porto Pirrone, ubicado en la playa que le da nombre, nos servirá como campo base para esta ultima noche. El camping, que por cierto, es una mierda (disculpad, pero es el único adjetivo que lo describe) solo vale la pena por su situación, el resto no vale nada. Tampoco hay mucho para elegir en la zona, así que supongo que por ese motivo ya les va bien no mejorarlo. Sucio, ruidoso, con duchas de pago que no duran ni 30 segundos… en definitiva, fatal. Por suerte la pequeña playa es casi paradisiaca y eso compensa.

La antigua y esplendorosa colonia espartana de Taras es hoy una ciudad que consta de dos partes claramente diferenciadas: una ciudad nueva con anchas avenidas trazadas en cuadrículas que concentra toda la actividad y un minúsculo y dejado casco histórico con un castillo aragonés. Una tarde es más que suficiente para hacerse una idea de la degradación del centro histórico, lleno de maravillosos palacios totalmente abandonados que en algún momento fueron residencia de importantes familias. Muchos de esos edificios están en venta por el simbólico precio de 1€ con la condición de que sean reformados y habitados, pero tengo la amarga impresión que ni el precio hace atractiva la oferta. Es lógico que los tours obvien esta ciudad en sus circuitos turísticos, a mí, por el contrario, esta dejadez me resulta fascinantemente fotogénica.

Salento, el tacón de Italia
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