Hoy ha sido un día de esos intensos en los que no ha faltado visita al dentista, búsqueda de pantalones para el segundo de mis vástagos que ha decidido crecer varios centímetros de golpe de un día para otro, asistencia a la presentación de una nueva marca de ropa para niñas, café con amiga, comida asiática -en un chino de toda la vida pues no debo de ser nada fashion y no acabo yo e encontrarle la gracia a eso del sushi-, catequesis, propiedad conmutativa -asociativa y distributiva también-, visita inesperada a última hora de la tarde y, en un arranque de responsabilidad doméstica, limpieza a fondo de un armario lleno de botellas que no se han tocado en los últimos diez años y de vasos cubiertos por una capa de polvo tan densa que me han hecho pensar irremediablemente en la pobre Pompeya tras la erupción del Vesubio.
Y todo ello acompañado de incontables mails respondiendo a vuestras preguntas sobre Compritas Comuniones.
Valga todo esto como excusa y justificación al post de hoy que no es, vamos a ser realistas, el mejor post que se puede escribir. Ahora bien, el hecho de que el continente no sea el adecuado no quiere decir que el contenido no sea bueno. El contenido de este post, creedme, es muy bueno. Tan bueno que, desde que lo conozco, siento una imperiosa necesidad de renovar el bolso, los edredones de mis hijos, los cojines del salón, el albornoz de la niña y el papel pintado del pasillo.
De todo esto vais a encontrar en la web que os voy a enseñar y de la que tuve conocimiento el domingo pasado en el networking organizado por Petit Style antes del desfile.
La marca se llama ROOM SEVEN y su creadora es hija de los fundadores de una firma que todas conocemos: OILILY.
Las imágenes que os dejo no son de mucha calidad -más bien de ninguna- pero no estoy especialmente preocupada porque entrando en su web podéis ver lo que yo os enseño y muchísimo más.
ROOM SEVEN
Feliz fin de semana.
Feliz semana.
oct 18, 2013Compritas para los Peques