Por Marwa desde Chile La zona de confort es algo que me he estado planteando durante varias semanas ya. A propósito de muchas cosas pero por sobre todo, a propósito de la ESTABILIDAD.
¡Uy! ESTABILIDAD…Qué palabra más… atractiva/desagradable.Qué palabra más… apacible/terrorífica.Qué palabra más… pasiva/activa.
Si, ¿verdad? Porque es un concepto que abarca deseos que nos pueden traer problemas. Por ejemplo en una relación. Cuando una busca una pareja “estable” y “duradera”, significa que una desea estar con otra persona, en una zona de confort, lo que implica: estabilidad, confianza, paz.
Si estamos en esta búsqueda, los hombres que no soportan la estabilidad/confianza/paz de inmediato nos resultan “poco atractivos” porque sabemos que no podemos lograr nada concreto con ellos. Y cuando encontramos uno que sí quiere lo mismo que nosotras, puede que esa relación termine siendo tremendamente aburrida… sólo zona de confort… Porque es un hecho que el ser humano, hombre o mujer, necesita desafío. Si no lo tiene, siente que las cosas se atrofian de una manera u otra.
La zona de confort es un estado físico, mental y espiritual que nos proporciona una vida cómoda. Tenemos las necesidades y aspiraciones relativamente cubiertas y podríamos hacer y repetir cada día, todo lo que hacemos.
La zona de confort es algo que uno trabaja y busca, es bueno poder descansar el cuerpo, la mente, el espíritu. Sin embargo queridas mías, la zona de confort puede ser nuestra ¡GRAN ENEMIGA!
En una relación, puede ser lo que mate el amor y la pasión. En una amistad, puede ser lo que haga que tomemos a nuestras amigas por sentado. En el trabajo, puede ser aquello que nos haga dejar de tomar iniciativas, sin ser competitivas con nosotros mismas. Espiritualmente, puede ser el repetir un par de oraciones cada noche o cada mañana sin siquiera hacer el esfuerzo de conectarse con lo divino y reflexionar sobre su importancia en nuestro diario vivir… ¡Puedo seguir dando ejemplos! ¿Ya se imaginaron varios?
Hay mucha literatura sobre el tema y básicamente el resumen es este: Salir de tu zona de confort hará que crezcas. En todos los puntos de vista.
No salir de tu zona de confort, indica que tienes miedos, que estás o te quedarás estancado, que no eres flexible, que no estás en movimiento, etc. Muchas veces puede ser mediocridad y otras, simplemente, AUTOSABOTAJE, ya que salir de esta zona puede dar un poco de miedo, estrés, nerviosismo o incluso PÁNICO en algunos casos.
¿Cómo puedes saber si estás en tu zona de confort todo el santo día con respecto a todo lo que haces? Realmente te invito a que hagas el ejercicio de planteártelo. ¡Te animo a que SALGAS DE TU ZONA DE CONFORT!
Mientras más salgas de esta zona, acabarás abarcando nuevas experiencias que más adelante no te significarán un desafío. De esta manera aumentará tu seguridad, autoconfianza, tu atractivo, tu personalidad, tu deseo de explorar… Wow, ¡serás una MANSA WOMAN!Nada en esta vida es estático. Si no estás mejorando, entonces te estás estancando. Y lo estancado, querida mía, se pudre.Tips para salir RÁPIDO de tu zona de confort:- Habla con extraños.- Usa ropa y accesorios que jamás usarías.- Aprende a hacer el ridículo y reírte de ti misma.- Aprende cosas nuevas: baile, arte, manualidades, ¡pero que sean un desafío!- Acércate a ese chico guapo que está mirándote y ¡toma la iniciativa, mujer!- Haz eso que jamás harías en la cama.- Viaja, conoce gente nueva, habla como tarzán.
¿Qué más se te ocurre a ti para salir diariamente de tu Zona de Confort?
publicado el 11 enero a las 17:54
lindo artículo , justamente ahora estoy saliendo de mi zona de confort, al escribirte. Gracias.