Revista Libros

Salir de la zona de confort

Publicado el 08 abril 2016 por Rusta @RustaDevoradora

Salir de la zona de confortHace poco leí un libro —del que hablaré con más detalle la próxima semana— que me hizo pensar en la necesidad de salir de vez en cuando de nuestra zona de confort. Esta zona de confort, en términos literarios, se compone de los autores, géneros y estilos que nos resultan conocidos, así como de determinadas lenguas y referentes culturales, que por un motivo u otro (por lo general, su proximidad cultural y su presencia masiva en el mercado) percibimos más cercanos a nosotros. Tener una zona de confort literaria no es un problema: ante tantas publicaciones, es sano e incluso recomendable «especializarse» en un ámbito concreto para organizar mejor nuestro particular mapa de escritores y movimientos. Yo, lo reconozco, no soy nada original: la mayor parte de mis lecturas proviene de los países anglosajones, en segundo lugar de España y, por último, de otras regiones mediterráneas como Francia e Italia. Todo bajo control.Y, sin embargo, esa lectura me recordó cuán importante es leer, aunque sea de manera ocasional, algo que se salga de esos moldes. En algunas ocasiones, he salido de la zona de confort al leer un libro innovador desde el punto de vista formal, que sorprende por su estructura y su uso del lenguaje, como la última novela de la escocesa Ali Smith. En otras circunstancias, el impacto se ha debido a las diferencias culturales. Este es el caso de la novela que leí recientemente, situada en una región alejada de las capitales occidentales, un lugar del que apenas había oído hablar (y me avergüenza reconocerlo), donde conviven diversas etnias y las tensiones se palpan en el ambiente. La autora se crió allí, sabe de lo que habla y no le falta capacidad para comunicarlo por escrito. Se trata, además, de una escritora joven: reflexioné sobre los recorridos vitales y literarios de los autores de su generación, tan iguales en algunos aspectos (capitalismo tardío, Internet) y, no obstante, tan distintos en los conflictos sociales, culturales y personales que cada uno se encuentra en su entorno. Pero, sobre todo, disfruté, disfruté de una obra que me obligó a desplazar la mirada e imaginar un contexto desconocido para mí que me plantea nuevos interrogantes. Esa es una de las cualidades que aprecio en una creación literaria
Después comencé una novela ambientada en Nueva York, escrita por un estadounidense. Es buena, incluso muy buena, pero me sentí como quien vuelve a la monotonía después de una semana de intensas vacaciones en la otra punta del mundo.***
Y a vosotros, ¿qué libros os han hecho salir de vuestra zona de confort?
Foto encontrada aquí.

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