Salir de la “zona de confort” – (Emprendimiento)

En estos tiempos en que mucha gente habla de emprendimiento, superación, liderazgo, coaching y otros temas similares, nos damos cuenta que para alcanzar lo que en realidad uno desea es necesario dejar esa cómoda “zona de confort”.  En ocasiones nos hemos acostumbrado tanto a ser un asalariado que cumple cómodamente las tareas asignadas en un tiempo razonable sin más ni menos responsabilidades y todo se vuelve una rutina, todos los días a levantarse, actividades matinales, ir al trabajo, llegar puntual, siempre en el mismo horario, siempre a cumplir las mismas actividades; hora de salida, regreso a casa, dormir y comenzar de nuevo.   A veces luego de salir del trabajo dedicamos el poco tiempo libre a lo que en verdad nos apasiona, tal vez no genere ningún ingreso económico pero vaya que nos da tremenda paz en el alma.

Y de vez en cuando aparece un hecho inesperado que nos obliga a cambiar nuestra rutina, un nuevo proyecto, un miembro más en la familia, cambio de estado civil, una casa, un auto, un despido, la ausencia de un familiar que era nuestro pilar en la vida y tantas otras cosas que nos impulsan a mover nuestra rutina; cuando esto ocurre nos sentimos obligados a salir de nuestra “zona de confort”.  Nadie en su sano juicio te pagaría más por hacer lo mismo, así porque si (siempre hay excepciones) y es cuando comienza ese paso tan incómodo, y a veces doloroso; en ocasiones nos paraliza el miedo de solo pensar todo lo que vendrá pues no lo conocemos.

Es entonces en donde tu cerebro empieza a trabajar a toda velocidad e inconscientemente vas buscando nuevas oportunidades, primero a buscar un aumento de sueldo, quizás un ascenso, y si no es posible, pues a poner a que esas horas fuera de la oficina empiecen a generar ingresos, encuentras un amigo que ingreso a una red de venta directa y que le está yendo bien (ese es otro tema, pero te diré que existen redes buenas que pueden ayudarte mucho a surgir y otras que de plano cuidate porque son pura estafa) o alguien que te dice que está invirtiendo en la bolsa y te obligas a buscar, a leer, a conversar con otra gente, y sin darte cuenta te estás moviendo de tu zona de confort.

Lo importante de esto es que ese movimiento deberia ser porque tú quieres algo más, no porque alguna circunstancia te obligó a tomar la decisión, pues en el primer caso, la transición de esa salida será con alegría, motivación y más y saldrás adelante seguro, pero en el segundo caso, estarás molesto y pensarás que todo se te viene abajo, y ese estado de ánimo no te va a ayudar, quizás solo termines moviendote de trabajo a uno similar con un poco más de salario y otra vez te instales en tu zona de confort.

Entonces si quieres algo nuevo sal de ahí, las mejores cosas y aprendizajes están fuera de tu zona de confort.  Obligate a viajar, a aprender algo nuevo, con ello ya habrás dado el primer paso para salir de ahí.