Revista Diario

Salita de lectura: Indiscreción

Por Bergeronnette @martikasprez
No todo lo que empieza mal, tiene por qué acabar mal. Conseguí llegar a tiempo para participar en el envío del libro para la reseña a ciegas. Tardé 20 minutos en enviar el mail, sí, y eso que Orquídea Dichosa, me había avisado por la mañana, para que estuviera atenta. Pero... Vivo en una isla. Con un huso horario distinto.
Cuando Mónica mandó un tweet diciendo que estaba enviando los libros, no hubo día que dejara de preguntar en el trabajo si había llegado la cartera ya, con algo para mí. Un día sí, y otro también. Tuve la mala suerte que justo el día que no abrimos por irnos de caminata-comida-merienda de empresa, vino la cartera y dejó el aviso: viernes 21 de diciembre. Y tan mal fue que hasta este martes 8 de enero por la tarde, no fueron a buscar las cartas.
Así que me encontré el libro de Indiscreción, de Charles Dubow en mi mesa el miércoles 9 de enero. Espera un libro más... Pequeño, corto, diminuto, con ilustraciones y palabras en tamaño grande, muy grande. Pero no. Vanas ilusiones las mías. Y me puse a leer un poco. Lo primero que suelo hacer es leer la contraportada para saber de qué va el libro. No conocía a este autor. Y es lógico, ya que es su primera obra. Así que abrí el libro, leí las dos frases o citas que pone el autor antes de empezar, y que me dio una idea más sobre el tema del libro. Una de ellas escrita por Petrarca "y así el deseo me lleva". Y empecé...
Me gustaron las primeras líneas, contada en una especie de "te lo cuento ahora, aunque lo he vivido antes", y "yo sé que pasará, pero te lo cuento desde el principio", sencillas, bien definidas y con detalles, que no hacen más que ayudarnos a imaginar el lugar y el momento en el que está una de las protagonistas. No se trata de un lenguaje recargado, sino sencillo, a pesar de la riqueza de adjetivos. Unas cuantas páginas más, y sabemos quién nos cuenta la historia. Este personaje es el abogado de la pareja principal, Walter, amigo de infancia de la mujer, y lo que relata es a través de lo que ve, de lo que escucha, y de lo que imagina.
El libro está dividido en cuatro partes, las estaciones. Comienza en verano, como el encuentro de todos los personajes, comenzamos a conocerlos, a saber de ellos, y se plantan las primeras semillas del deseo. A continuación, el otoño, que se ve como la separación que une, como una especie de "no estás, pero quiero que estés aquí", el deseo crece, se comete la infidelidad, el error.
El invierno desvela la verdad. La semilla germinó, creció y murió. El deseo se descubrió. Y la vuelta de la primavera... ¡Cómo cambian las cosas en tan poco tiempo! Que frágil es un sentimiento, y cómo hay que cuidarlo.
Todo parece que vuelve a su camino originario, pero el autor nos tiene aún reservadas un par de sorpresas.
Se trata de un "libro-puzzle", un libro en el que la historia se va conformando con distintas piezas de un rompecabezas que forma el narrador (Walter) a partir de sus vivencias, de los recuerdos. Parece que la historia se desarrolla en un solo año, pero han transcurrido muchos de ellos. Podríamos calificarlo de novela romántica, pero va más allá del sentimiento del amor, o de la fidelidad. Hay que saber leer entre líneas, e Indiscreción es la novela perfecta para ello.

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