Revista Diario

Salivando

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient

Salivando

La dieta que he seguido en este embarazo no se ha parecido en nada a la que hice en el anterior. En el primero no comí de nada, en parte porque no tenía hambre y comer me resultaba un suplicio y en parte porque todo me parecía potencialmente peligroso o poco recomendable. En esta ocasión he sentido muchísima necesidad de comer, a todas horas, y, además, he sufrido antojos durante casi todo el embarazo. De lo único que me he privado es de los alimentos no recomendados por su potencial peligrosidad (lácteos sin pasteurizar, carnes poco hechas, sushi, embutido curado…) pero he sido incapaz de abstenerme de comidas poco saludables y he comido bastante dulce, patatas fritas de bolsa, pizzas. Bueno, un poco sí me he contenido con algunas cosas, como con los refrescos, la comida basura preparada fuera de casa… Pero nada que ver con el primer embarazo.

Aún así, estoy soñando ya con todas las cosas que voy a comer de aquí a unas poquísimas semanas. Voy a dejar preparada una compra de alimentos ricos para que cuando vuelva estén listos para hincarles el diente (si no se los come alguien que yo me sé en mi ausencia, que todo pudiera ser) y con el resto voy soñando para ir haciendo boca. De momento estoy apuntando:

- Salmón ahumado.

- Jamón y lomo ibérico.

- Anchoas.

- Morcilla.

- Foie.

- Quesos de leche cruda como el Idiazabal, que me encantan y los estoy echando muchísimo de menos.

- Un solomillo bien gordo para comerlo muy poquito hecho.

- Por supuesto, unas cuantas bandejas de sushi y sashimi y un tartar de atún o de salmón.

- Comida china, que aunque la podría haber comido, me ha dado nosequé y he preferido dejarla para cuando no hubiera peligro. ¡Qué ganas de unos rollitos primavera bien grasientos, de unos fideos de arroz tres delicias!.

- Un kebap de cordero, bien chorreante de salsa.

¡Ay, qué rico!.

Sé que es una tontería, pero en estas últimas semanas que estoy como alma en pena, pienso en esta lista y en cómo me voy a poner y me animo un montón. Sí, ya sé que engordaré durante el postparto, pero ¡y lo mucho que voy a disfrutar!. ¡Qué bueno es comer!.


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