El salón es una zona de reunión, por lo general, el nucleo central de una casa, donde la familia comparte momentos e intimidad, y en el que se relajan o realizan actividades propias de la estancia como leer, escribir, charlar o descansar, pero en definitiva se trata de un ambiente que vamos a disfrutar y pasar tiempo en él, por lo que su estética será fundamental para hacernos sentir cómodos e identificados con el mismo.
Las líneas clásicas no pasan de moda, se trata de una tendencia contemporánea, capaz de adaptarse a nuestros tiempos y sacar el máximo partido de su pasado más tradicional, combinándolo con toques actuales, permitiendonos mezclar diferentes piezas de diversas épocas y estilos con las que enriquecer y conferir cierto grado de solera a nuestras composiciones.
Es por ese motivo, que dicha estética se presta acertada en la decoración de una estancia como es el salón, caracterizada por el aspecto cálido y acogedor que brindan al entorno, notas que consigue reflejar gracias al uso de determinados materiales, elementos y a la disposición de los mismos, utilizados de forma peculiar para lograr tal efecto.
Predominan los espacios decorados de forma sutil, donde se da importancia a todo tipo de detalles, percibiendo una mayor presencia de complementos decorativos, un gusto notable por la utilización de variadas piezas de mobliario, robustas y con cuerpo en su mayoría y de líneas trabajadas, así como toques propios de ambientes con aire romántico, con pinceladas acusadas de personalidad y sensibilidad, ya que se trata de un estilo personal y particular.
A diferencia de las tendencias más modernas o minimalistas en las que se buscan líneas rectas y livianas, en la decoración de estilo clásico se persiguen ambientes sencillos, sin excentricidades, pero con una fuerte presencia del buen gusto, la calidad y el diseño del mobiliario, donde encontramos mesas de centro, de comedor, aparadores o alacenas, de madera o cristal, siendo los materiales más utilizados y predominando fundamentalmente el primero de ellos por la calidez y la belleza que confiere al conjunto. Así mismo, suele ser el material elegido para vestir el suelo, tanto por su resistencia, como por el confort que ofrece, encontrando un amplio abanico de posibilidades gracias a sus sugerentes diseños. El vidrio se utiliza en menor medida, ya que no puede ser trabajado fácilmente de manera que obtengamos piezas de formas redondeadas y curvas tan presentes en estos ambientes y a las que la madera puede satisfacer y dar rienda suelta para su creación.
Se observa un exquisito gusto por las texturas y los textiles naturales, no solamente en las cortinas con caída y volumen que visten los ventanales, sino también en los tapizados empleados en sofás, sillones o sillas, siendo los mas comunes los diversos tejidos existentes que son lavables, anti-manchas, anti-humedad,etc, pero que gozan de diseños muy atractivos, la piel natural o sintética con la que se refleja elegancia y resulta atemporal, siendo frío en verano y cálido en invierno, y la última opción es el famoso tapizado capitoné muy representativo en la escena clásica.
Predominan las tonalidades suaves y neutras en la decoración en general, e incluso tostadas, incluyendo ciertas pinceladas de colores más intensos, creando atmósferas cálidas y distendidas, muy agradables visualmente por su equilibrio cromático y por la serenidad que trasmiten.
Para vestir sus paredes, las opciones más acertadas invitan a utilizar pinturas, revestimientos con listones de madera o bien colocar papel pintado, una de las opciones más características de esta tendencia. Al hablar de papel no debemos limitar las expectativas de diseño, ya que es un sector en auge y se realizan modelos de lo más novedosos, capaces de representar y transmitir cualquier estética, invitando a ambientes con toques modernos o más bien antiguos.
Algunos detalles que no debemos pasar por alto para conseguir una decoración con connotaciones clásicas pueden ser colocar techos de escayola ornamentados, espejos de diferentes estilos y líneas, composiciones de cuadros singulares, delicadas alfombras, chimeneas o lámparas llamativas con formas sugerentes y si pueden ser de araña el efecto se verá potenciado. Las flores han de estar presentes, decantándonos por algunas como las orquídeas o las peonías, las cuales son recomendables en este tipo de ambientes.
Con todas estas propuestas tenéis mas que garantizado un efecto clásico y tradicional para vuestro salón, una estética que va recobrando fuerza con el tiempo y nos aporta una gran sentimiento por la belleza y la decoración. ¿Cómo definiríais el estilo de vuestro salón? ¿Os sentís identificados con lo clásico?
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Muchos besos!!!
Imágenes: House to home.