Los colores neutros en zonas con mucha vida son una opción perfecta; por ejemplo en las salitas o comedores, donde con algún elemento en un tono suave se puede conseguir un ambiente fresco.
Mirad estos salones con una decoración tan versátil que con añadir algún cojín y manta peluda, están preparados para el invierno. Clave para una decoración veraniega es quedarnos con las piezas justas, nada de mil cojines para tener que apartarlos cada vez que nos sentemos.
¡Disfrutemos de una casa práctica en verano!
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