Reconozco que no soy mucho de salsas. Me encanta probarlas todas pero a la hora de cocinar me vuelvo perezosa y casi siempre termino acompañando la pasta con salsa de tomate o pesto. De pequeña me encantaba la salsa de pimienta o la carbonara así que tengo pendiente inventarme o copiar alguna versión más sana que las tradicionales.
Para esta salsa he utilizado mostaza a la antigua, una de las mostazas más sanas teniendo en cuenta que sólo lleva agua, semillas de mostaza, vinagre, sal y especias. Es importante fijarse en los ingredientes a la hora de elegir qué mostaza compramos porqué hay muchas que llevan también aceites y productos químicos añadidos. Las semillas de mostaza estás llenas de minerales, vitaminas y antioxidantes que ayudan a que tengamos una piel y un pelo más bonitos y dan mucho sabor a los platos con muy pocas calorías. Además ayuda a aumentar el metabolismo y a quemar grasa.
Para complementar la salsa he usado las verduras que tenía más a mano: espinacas, berenjena, champiñones y espárragos, pero estoy segura de que l a receta queda bien con cualquier cosa que tengamos por casa. Lo importante es el sabor de la mostaza y que quede una textura que nos guste. Yo la usé para darle sabor a un plato de arroz pero se puede usar para acompañar platos de pasta, salteados de verduras, untarlo en pan y mil cosas más.
¡Espero que os guste y la probéis pronto!
Ingredientes:
- Mostaza a la antigua
- 150 gr de champiñones
- 1 trozo de berenjena
- 5 espárragos
- Espinacas
- Leche de avena (o cualquier otra)
Instrucciones:
Cortamos los champiñones, el trozo de berenjena y los espárragos y los ponemos a cocer en una sartén. Cuando estén casi hechos añadimos un manojo de espinacas y esperamos hasta que todo esté cocido.
En un recipiente grande ponemos todas las verduras, una cucharadita de mostaza a la antigua y un poco de leche de avena. Trituramos.
Vamos añadiendo mostaza y/o leche hasta que quede la textura y sabor que más nos guste.
¡Listo!