Salsa y flamenco

A veces da la sensación de que Dª Cristina acudió a los Juzgados de Palma a inaugurarlos en vez de a declarar en calidad de imputada por las fechorías que presumiblemente, cometió junto a su consorte, que sabe un rato largo de eso. Para preparar un guión a base de no me acuerdo, no lo sé, o confiaba en él -nunca en presente, se conoce que ya no lo hace- no hacía falta un letrado de la talla del Sr. Roca, que no sirvió para mucho, pero queda bien. Pero lo más anecdótico fue su respueta acerca de las clases de baile; la Infanta nos ilustró que ella nunca hbía acudido a clases de salsa, pero que sí había estudado flamenco. Puede que resulte más patriótico, pero tienen escasos efectos si las clases fueron abonadas por parte de una empresa nutrida de fondos públicos; a mi me recordó la escena de esa magnífica película que juntó a Dustin Hoffman con Gene Hackman, “El Jurado”, una de cuyas escasas escenas humor la protagoniza el primero interrogando a un vendedor de armas:

-¿No es cierto que la empresa [fabricante de los fusiles] le regaló un viaje a Jamaica?

-No

-¿¿¿???

-Mi mujer odia Jamaica, nos regaló un viaje a Cancún.

Ya sabemos donde se inspiró el Sr. Roca para instruir a Dª Cristina sobre las respuestas más convenientes a sus intereses.