Norelys Morales Aguilera.- Millones de personas en el mundo se solidarizan con Hugo Chávez, ruegan por su salud sinceramente, desean éxitos en su enfrentamiento a la enfermedad a cambio de nada, por simpatía, por humanismo y generosidad. ¿Por qué los cubanos no tendrían las mismas motivaciones?
Pero, no es eso lo que informan desde Cuba las agencias y cacarean medios variopintos en todas partes desde los diarios argentinos más reaccionarios, los miamenses, españoles o la "pública" BBC.
La elección de Chávez y su equipo médico por el entorno cubano para su asistencia tiene el mismo precedente que la de 29 mil 593 venezolanos que han sido atendidos a través de un acuerdo binacional, suscrito por los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, en el año 2000, con el fin de mejorar la calidad de vida de los venezolanos.
Aunque el número de vuelos a la Isla con pacientes ha disminuido y se realizan cada 15 días o tres semanas, debido a los servicios de las misiones Barrio Adentro, con médicos cubanos y venezolanos, como informó recientemente la Ministra del Poder Popular Para el Despacho de la Presidencia, Carmen Meléndez.
Truculentas fabulaciones se escriben sobre la decisión de Chávez de ser operado en La Habana, olvidando que fue en la capital cubana, donde se diera la alarma por su enfermedad y ha seguido tratamiento médico que el Presidente junto a su equipo ha considerado adecuado.
Es legítimo que sean los allegados a Chávez quienes informen a su pueblo desde Cuba, como vienen haciendo, sin que medien las autoridades cubanas que se limitan al apoyo que requiere tan destacada personalidad como es Hugo Chávez hoy día.
Además, se ha informado que tanto Fidel como el presidente Raúl Castro están muy pendientes de la evolución de todo, y también es muy legítimo por razones humanas antes que las de estado o políticas, como lo ha hecho Rafael Correa de Ecuador, Evo Morales de Bolivia, Cristina Fernández de Argentina, Dilma Rousseff de Brasil, e incontables jefes de estado o políticos.
Pero, lo que más repulsión provoca a la sensibilidad cubana, en los despachos, es el perverso acento en que de un desenlace fatal para Chávez la revolución bolivariana colapsaría y con ello "el petróleo de Venezuela para Cuba". La mezquindad por encima de lo humano.
Afortunadamente un sentimiento solidario recorre también a Cuba por Hugo Chávez, por el hombre, por el amigo, por el afecto que despierta en el pueblo cubano por toda su obra de hombre luminoso, en primer lugar para su propio pueblo, para América Latina y para el mundo.
No sería mucho pedir un poco de respeto para los cubanos, aunque la jauría mediática pruebe su incapacidad cotidianamente.