Tener salud financiera es una de las metas a las cuales, quien gestiona recursos económicos debería aspirar. Tener una administración eficiente del dinero representa un logro de relevancia para quienes se han planteado este reto.
Sin embargo, no es algo común. No todos(as) que tienen contacto con el dinero están en un estado óptimo en cuanto a temas financieros, todo lo contrario, la tasa de personas con enfermedades vinculadas al manejo de recursos es importante y relevante.
Por lo que este tipo de situaciones merecen la atención, y es por esto que vamos a abordar este tema; con el fin de proveer algunas herramientas prácticas que sirvan para subsanar las enfermedades financieras, y así tener una mejoría en la gestión de los recursos económicos.
Tener una buena salud financiera es cuando se logra la estabilidad en todos los aspectos relativos a la gestión del dinero. Esto implica que tiene la capacidad de solventar sus compromisos de manera que no se entren en pánicos de fin de mes, o en situaciones en donde se tengan que recurrir a fuentes de financiamiento para cosas no productivas.
Esto no quiere decir que en algún momento determinando se experimente cierta estrechez financiera, o bien que alguna situación inesperada surja y trastoque la planificación. No obstante, aún haya momentos de dificultad en donde el flujo de efectivo se ve afectado, al tener buena salud en el área de las finanzas, entonces la incidencia de este tipo de situaciones es menor.
La salud financiera viene de la mano de tres elementos básicos: Organización, planificación y contingencias. Cuando logramos combinarlos entonces se está incidiendo en el accionar general de quien gestiona el dinero. En otras palabras, se está afectando la conducta; el modus operandi a la hora de tomar decisiones de vinculadas a los recursos económicos disponibles.
Organización
La organización es la primera clave para tener una buena salud financiera. Ya que con ella se obtienen dos beneficios inmediatos: Priorización y control.Cuando se tienen organizados y distribuidos de manera adecuada los diferentes recursos de dinero que se disponen, es porque se ha dado un proceso, formal o informal, de visualización y estructuración de las necesidades y los gustos. Definiendo sus diferentes niveles de importancia (priorización) pero al mismo tiempo estando al tanto de cada uno de ellos (control) de manera que se evite el factor sorpresa en la ejecución de las operaciones financieras; derivando en un manejo efectivo del dinero.
Esto se puede ver, de forma más clara, en función de que en la medida en que este presente la organización en la gestión financiera, se tiene el dominio de cuánto se tiene y de qué es lo importante al momento de tomar una decisión financiera.
Planificación
Luego de tener claro el valor de la organización y su importancia dentro del proceso de lograr tener una buena salud financiera, entonces se entra a la parte de la planificación.
En la organización se identifica y clasifica la disponibilidad, mientras que en la planificación se crean los destinos para el uso de esa ella. En otras palabras, se formulan cómo se van a ejecutar las diferentes decisiones de dinero durante un período determinado. Esta parte es de mucha importancia, ya que aquí se definen los objetivos financieros Los cuales sirven como parámetro de acción y punto de referencia para la evaluación de la gestión financiera.
Es decir, cuando se plantean los objetivos financieros se le está dando sentido al manejo del dinero. Se están definiendo los pasos para alcanzar la estabilidad personal o empresarial. Sin ellos, los esfuerzos pueden resultar vanos y en pérdidas de tiempo.
Por lo tanto, al acoplar la planificación dentro del proceso estamos implementando medidas que coadyuven al buen desenvolvimiento de las finanzas y por ende en una buena salud financiera.
Contingencias
Las contingencias representan el colchón que suaviza las caídas momentáneas en el manejo del dinero. En ellas se contemplan aspectos relativos a las respuestas que se puedan dar a raíz de situaciones esperadas e inesperadas.
Para lograr que sean efectivas hay que partir tanto de la organización como de la planificación; porque en ellas se pueden vislumbrar la disponibilidad y la ejecución futura del dinero, por lo tanto, la creación de la contingencia dependerá de cómo ambos elementos se conjugan entre sí; y cuál sea el resultado que arrojen a la hora de definir los diferentes montos que solventen escenarios en los cuales se verán ejecutadas.
Es importante resaltar que las son porciones puntuales para casos específicos, es decir, su fin no es la acumulación sino, la de solventar situaciones particulares con fondos destinados para ello.
La salud financiera es una misión posible que involucrará hacer una serie de ajustes destinados al reencauzamiento de la gestión financiera partiendo de la organización, la planificación y la creación de contingencias.Este tipo de acciones implicarán cambios de conducta en el manejo del dinero los cuales tomarán tiempo, por lo que es importante mantenerse enfocado(a) en lograr un estado de estabilidad, en donde se logre crear un balance positivo en las diferentes partidas o clasificaciones de dinero, y que esto repercuta en el bienestar financiero.
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