Hay una parte de la salud sexual de la que se habla poquito porque queda feo: la responsabilidad personal.
Bueno, para no mentir, se habla poco de responsabilidad personal en casi cualquier ámbito de la vida. Por algo existen las excusas y algunos términos tan descriptivos como «cargar las culpas» y «echar balones fuera».
De ahí que me apetezca rescatar una saga de artículos que tiene ya cierta solera en mi blog, y añadir un nuevo capítulo. Hagamos el recuento:
- Conocimos el egoísmo positivo y sus beneficios para nuestra vida sexual.
- Hablamos de la diferencia entre vínculos y cadenas, para tener una sexualidad más auténtica y relajada.
- Entramos en la Conversación más importante: la que desterrará la Guerra de los Sexos de nuestras vidas.
- Y hoy emplazamos a la Responsabilidad Personal para llenar el hueco que deja esa guerra absurda. 😛
Pana Kutlumpasis desde
Pixabay" data-large-file="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?fit=1024%2C683&ssl;=1" data-lazy-src="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?resize=810%2C540&is-pending-load;=1#038;ssl=1" data-image-title="No hay nada más bello que la responsabilidad personal." width="810" data-comments-opened="1" data-permalink="https://www.lavidaesfluir.com/responsabilidad-personal/beautiful-2150881_1920/" data-image-meta="{"aperture":"0","credit":"","camera":"","caption":"","created_timestamp":"0","copyright":"","focal_length":"0","iso":"0","shutter_speed":"0","title":"","orientation":"0"}" data-attachment-id="16783" data-image-description="" data-srcset="data:image/gif;base64,R0lGODlhAQABAIAAAAAAAP///yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7" data-medium-file="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?fit=300%2C200&ssl;=1" data-lazyloaded="1" data-src="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?resize=810%2C540&ssl;=1" data-lazy-srcset="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?w=1920&ssl;=1 1920w, https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?resize=300%2C200&ssl;=1 300w, https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?resize=1024%2C683&ssl;=1 1024w, https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?resize=768%2C512&ssl;=1 768w, https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?resize=1536%2C1024&ssl;=1 1536w" height="540" class="wp-image-16783 jetpack-lazy-image" src="data:image/gif;base64,R0lGODdhAQABAPAAAMPDwwAAACwAAAAAAQABAAACAkQBADs=" data-lazy-sizes="(max-width: 810px) 100vw, 810px" />Pana Kutlumpasis desde
Pixabay" src="https://m1.paperblog.com/i/593/5931174/salud-sexual-4-responsabilidad-personal-L-QgfgGT.jpeg" title="Salud Sexual (4) — La Responsabilidad Personal." />Pana Kutlumpasis desde Pixabay" src="https://m1.paperblog.com/i/593/5931174/salud-sexual-4-responsabilidad-personal-L-_uLTwV.jpeg" title="Salud Sexual (4) — La Responsabilidad Personal." /><img data-attachment-id="16783" data-permalink="https://www.lavidaesfluir.com/responsabilidad-personal/beautiful-2150881_1920/" data-orig-file="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?fit=1920%2C1280&amp;amp;ssl=1" data-orig-size="1920,1280" data-comments-opened="1" data-image-meta="{&amp;quot;aperture&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;credit&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;camera&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;caption&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;created_timestamp&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;copyright&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;focal_length&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;iso&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;shutter_speed&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;title&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;orientation&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;}" data-image-title="No hay nada m&#225;s bello que la responsabilidad personal." data-image-description="" data-medium-file="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?fit=300%2C200&amp;amp;ssl=1" data-large-file="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?fit=1024%2C683&amp;amp;ssl=1" class="wp-image-16783" src="https://i1.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2020/04/beautiful-2150881_1920.jpg?resize=810%2C540&amp;#038;ssl=1" alt="No hay nada m&#225;s bello que la responsabilidad personal... 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(Sergio Melich)</span><a target="_blank" rel="nofollow" title="Piopialo Ahora"> - Es un sexy tweet. ¡Compártelo! <i></i></a>  <a target="_blank" title="En Google Plus"><i></i> </a>  <a target="_blank" title="En Facebook"><i> </i></a>  <a target="_blank" title="En Linkedin"><i> </i></a></blockquote><p>Sí, lo sé. La sociedad esto y los demás humanos aquello.</p><p>El porno blablablá. Hollywood blibliblí. La cultura pop ñañañá.</p><p>No te diré mentiras: eso es lo que ocurre en mi cabeza automáticamente cuando empezamos a justificar nuestras DECISIONES como una reacción a lo externo, en vez de una acción pertinente y responsable.</p><p>Por eso hoy voy a hablarte de lo que significa la responsabilidad personal, sin pajas mentales. Además, pronto Diana hará lo propio desde su blog <em>Hablando de Sexo</em>.</p><p>Apúntate a <a href="https://t.me/joinchat/AAAAAEadUatfAsmOd9XuXQ" target="_blank" rel="noopener noreferrer">nuestro canal de Telegram</a> si no quieres perderte nuestras publicaciones, o a nuestra lista de correos si prefieres recibir avisos por ese medio.</p><h3><span>¿Quieres saber lo primero que falla en el tema de la responsabilidad personal?</span></h3><p>Si acaso, la única culpa que podemos buscar fuera de nosotros es que <strong>el ambiente social de esta época que vivimos nos infantiliza</strong>.</p><p>Nos consideran eternos adolescentes intentando hablar de «cosas de mayores». Por eso hay que «descremar» o «rebajar el tono» al dirigirse a nosotros.</p><p>También por eso es que existen tantos «espacios seguros». Y en efecto, ese es el motivo por el que, desde hace años; estamos viendo campañas para desterrar las conversaciones acerca de todo lo que no nos gusta de cualquier espacio. (¡Ojo al matiz de «no nos gusta»!)</p><p>Dicen amigas y compañeras en esta profesión de la educación sexual que se habla demasiado poco de lo más natural. Afirman que eso al final estigmatiza una parte de nuestra vida.</p><p>Lo irónico es que ese proceder (el de silenciar, no el de introducirlo en las conversaciones que mantenemos) es el que estamos aplicando sistemáticamente a todas las áreas de nuestra vida. Especialmente en cuanto se refiere a identidades e ideologías.</p><p>No sabemos hacernos responsables de entrar en desacuerdos cordiales. Es más, no tenemos muchas personas que ejerzan de verdad el respeto ni la tolerancia. Y lo peor es que tampoco los ejercemos para con nosotros mismos.</p><p>Puesta la queja, más adelante propongo una solución. Sígueme el viaje por ahora.</p><h3><span>El segundo fallo en esto es que hacer gala de responsabilidad personal es complicado.</span></h3><p>Si de repente no son los demás los que tienen que resolverte la vida, sino tú… ¡Ay, qué jodido!</p><p>Mira, se me ocurren varios ejemplos con el panorama actual:</p><ul><li>En vez de pedirle cositas a Papá Estado, defender ferozmente tus libertades y esforzarte por crear la vida que deseas.</li><li>No buscar trabajo por cuenta ajena, sino esforzarte por creártelo tú y trabajar por cuenta propia. (¡Como el 90% de España, vale decir!)</li></ul><p>¿Ves por dónde van los tiros? Es más sencillo ser una víctima ilustrada y que nos arreglen otros la papeleta.</p><p>Por ejemplo: tengo la fortuna de que mis amistades confían lo suficiente en mí como para contarme sus problemas y esperan que les proporcione soluciones.</p><p>Aquí es donde vamos llegando al tema de las soluciones que te decía en el apartado anterior. ¿Vamos con ello?</p><h2><span>Mi manera de solucionar va en la onda de la proactividad y la responsabilidad, como te imaginarás.</span></h2><p>Muy a menudo, si mis amistades, alumnos y clientes me hablan de problemas para prender la chispa o para conocer su potencial erótico; les he dicho que regalarse juguetes, lencería y cosmética erótica puede ser <a href="https://www.diversual.com/es/" target="_blank" rel="noopener noreferrer">una buena ayuda</a>.</p><p>El consejo en general sigue esta pauta:</p><ul><li><strong>Identifica aquello que te saca de onda.</strong> Especialmente el pensamiento que dispara la sensación, o la percepción que provoca ese pensamiento en primer lugar.</li><li><strong>Desafíalo, relativízalo, ríete de ello.</strong> Añade todas las perspectivas que falten, y después quítalas todas. Amplía la panorámica y aprende a hacer zoom a lo que te interese a ti.</li><li><strong>Apaga el ruido y observa de nuevo con mente de principiante.</strong> Si no tuvieras ninguna experiencia previa, ¿cómo lo interpretarías?</li><li><strong>Emprende una acción pertinente y responsable.</strong> Aquí es donde aconsejo buscar ayuda especializada o prácticas como el autotoque amoroso.</li></ul><p>Esta es la línea que seguimos en programas como <em>Al Encuentro de tu Sexualidad</em> o <em>Cuerpo y Placer</em>, que ya han beneficiado a cientos de mujeres (y aproximadamente la cuarta parte de hombres, por cómo suele ser el aforo en estas cosas).</p><p>Prefiero compartirla en público hoy para que tú puedas beneficiarte inmediatamente de uno de nuestros consejos más poderosos.</p><h3><span>Esta línea de trabajo sigue los 3 principios de la mente. ¡Me parecen una excelente muestra de responsabilidad personal!</span></h3><p>Y por si no conoces qué son los 3 principios de la mente ni dónde los he aprendido, te lo contaré.</p><p>Esta es la idea de un señor llamado Sidney Banks, quien alega haberlos descubierto tras asistir a un seminario de consejos matrimoniales.</p><p>Al parecer, cuando Banks se describió como «desastroso e inseguro», la persona que lideraba la sesión le respondió que «nunca había escuchado algo con menos sentido en toda su vida».</p><p>De ahí que al señor se le apareciera la vírgen… O mejor dicho, la realización de que todo esto era un pensamiento que él decidía sostener.</p><p><strong>Los tres principios de la mente, la consciencia y el pensamiento se refieren a esto:</strong></p><ol><li><strong>La Mente</strong> es la energía e inteligencia (con o sin forma) que toda la vida posee. Cabe distinguir una <em>mente universal</em> o impersonal, que es constante e inmutable; y una <em>mente personal</em> que está en cambio perpetuo.</li><li><strong>Por otro lado, la Consciencia</strong> es el don del reconocimiento, de percatarnos de las cosas. Nos permite reconocer la forma, que es una expresión del Pensamiento.</li><li><strong>Y finalmente, el Pensamiento</strong> es otro don del que disponemos desde que nacemos. En este caso, es el que contiene nuestra capacidad de agencia. Nuestra responsabilidad personal.</li></ol><p>De ahí que buena parte de los profesionales que trabajamos desde el enfoque del empoderamiento estamos lidiando siempre contra pensamientos y creencias limitantes.</p><h4>No somos meros espectadores ni receptores pasivos de lo que ocurre en nuestras vidas.</h4><p>El Pensamiento siempre es el punto de partida. Nuestras vidas se guían por aquellos pensamientos que creamos y sostenemos habitualmente.</p><p>Percatarnos de ello y alcanzar la Consciencia nos permite modificar las formas y redirigir la energía de nuestra Mente.</p><p>Como te contaba en otra entrada, <a href="https://www.lavidaesfluir.com/legendario-personal/" target="_blank" rel="noopener noreferrer">la historia que te cuentas</a> a ti mismo es lo que te impide cambiar el relato.</p><p>Por ejemplo, una imagen que hizo mi amiga Sara Arias (Pimpilipausa) para ilustrar este concepto en mi libro<em> Alquimia Mía</em>:</p><img width="850" alt="La responsabilidad personal también se demuestra en las decisiones. Por ejemplo, puedes decidir luchar con la vida o bailar con ella..." /><img data-attachment-id="8530" data-permalink="https://www.lavidaesfluir.com/practicar-artes-marciales/attachment/10/" data-orig-file="https://i2.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2014/12/10.jpg?fit=850%2C567&amp;amp;ssl=1" data-orig-size="850,567" data-comments-opened="1" data-image-meta="{&amp;quot;aperture&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;credit&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;camera&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;caption&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;created_timestamp&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;copyright&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;focal_length&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;iso&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;shutter_speed&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;title&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;orientation&amp;quot;:&amp;quot;1&amp;quot;}" data-image-title="La responsabilidad personal tambi&#233;n se demuestra en las decisiones. 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Por ejemplo, puedes decidir luchar con la vida o bailar con ella..." width="850" height="567" data-recalc-dims="1" data-lazy-srcset="https://i2.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2014/12/10.jpg?w=850&amp;amp;ssl=1 850w, https://i2.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2014/12/10.jpg?resize=300%2C200&amp;amp;ssl=1 300w, https://i2.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2014/12/10.jpg?resize=768%2C512&amp;amp;ssl=1 768w" data-lazy-sizes="(max-width: 850px) 100vw, 850px" data-lazy-src="https://i2.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2014/12/10.jpg?resize=850%2C567&amp;amp;is-pending-load=1#038;ssl=1" srcset="data:image/gif;base64,R0lGODlhAQABAIAAAAAAAP///yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7"><img data-lazyloaded="1" src="data:image/gif;base64,R0lGODdhAQABAPAAAMPDwwAAACwAAAAAAQABAAACAkQBADs=" data-attachment-id="8530" data-permalink="https://www.lavidaesfluir.com/practicar-artes-marciales/attachment/10/" data-orig-file="https://i2.wp.com/www.lavidaesfluir.com/wp-content/uploads/2014/12/10.jpg?fit=850%2C567&amp;amp;ssl=1" data-orig-size="850,567" data-comments-opened="1" data-image-meta="{&amp;quot;aperture&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;credit&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;camera&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;caption&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;created_timestamp&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;copyright&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;focal_length&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;iso&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;shutter_speed&amp;quot;:&amp;quot;0&amp;quot;,&amp;quot;title&amp;quot;:&amp;quot;&amp;quot;,&amp;quot;orientation&amp;quot;:&amp;quot;1&amp;quot;}" data-image-title="La responsabilidad personal tambi&#233;n se demuestra en las decisiones. 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Por ejemplo, puedes decidir luchar con la vida o bailar con ella…<h2><span>¡Y esto es todo lo que te puedo contar hoy sobre la responsabilidad personal!</span></h2><p>Pronto tendré más noticias para ti si deseas potenciar tu responsabilidad personal hasta el infinito y más allá.</p><p>Por ahora, te toca poner en práctica lo dicho y compartir conmigo en comentarios tus propias reflexiones sobre este fenómeno.</p><p>Aprecio mucho cada segundo de tiempo que dedicas leyéndome y dejando tus impresiones. Leo con mucho mimo todos los comentarios y los respondo personalmente.</p><p>Además, pronto voy a empezar a responder o reaccionar a estos comentarios en directo desde Instagram. No daré tus datos personales, pero sí que le daré un toque más personal a mi respuesta.</p><p>¿Te animas?</p><p>Un abrazo y hasta la próxima entrada.</p>
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